
Entre sus gestores se contó primer presidente regional de Piura, vilmente asesinado por el terrorismo
                      
NÉSTOR A. SCAMARONE M. (*)
                       
            Después de 90 años  el inicio de la etapa productiva de la mina de fosfatos de Bayóvar, en  Piura, marca un hito histórico en la marcha pujante del Perú hacia una  etapa superior de desarrollo, solamente comparable con la producción del  gas natural de Camisea o, en el campo de la infraestructura, con la  construcción de la carretera Interoceánica Sur. Los funcionarios que  trabajamos más de seis años en este proyecto y al suscrito que le tocó  ser su primer fundador y presidente y que nos trae tantos recuerdos,  como el apoyo decisivo y visionario del Presidente Alan García Pérez,  del ex ministro de Energía y Minas Carlos Carrasco Távara (a quien  acompañé en su gestión) y de nuestro impulsor y defensor presidente de  la Región Piura, Luis Antonio Paredes Maceda, mi hermano Lucho, a quien  el nueve de julio de1992, con mano artera y asesina le dispararon detrás  de tan creativo cerebro, saliendo de dictar sus clases en la puerta de  la universidad a la que tanto quería, va el recuerdo y el reconocimiento  hecho realidad de este proyecto por Vale de Rio Doce.
                         Este proyecto  abre un gran futuro para nuestro país como exportador de roca fosfórica  y, posteriormente, de fertilizantes procesados hacia grandes mercados  del Brasil y los países asiáticos de la cuenca del Pacífico, sin dejar  de priorizar la demanda interna.                         Proyecto de “VALE”                         Hay que tener en  cuenta que la construcción de la planta de Bayóvar, los almacenes, una  carretera de 32 kilómetros y un puerto marítimo demandó al consorcio  brasileño- japonés una inversión de 566 millones de dólares, con la  proyección de invertir otros 300 millones de dólares en una segunda  etapa de ampliación.                            Se trata de uno  de los mayores emporios de fosfatos del planeta como lo reconoció la  Academia de Ciencias de Moscú, Rusia”, cuando nos comisionó Alan García  para que se hiciese un estudio confirmatorio de reservas y calidad de  nuestra “roca fosfórica”, que resultó ser de la más alta calidad y  volúmenes, con capacidad de producir un millón de toneladas de roca  fosfórica solamente en el primer año.                            Las obras  previas de la mina generaron 1,300 puestos de trabajo directos, mientras  que en la etapa de operación se da empleo directo a 300 personas y 250  empleos indirectos. La empresa ha dado prioridad a la contratación de  mano de obra local con el concurso de muy pocos técnicos extranjeros.                           
Además, se han  desarrollado obras de ayuda y promoción social en los pueblos de la  provincia de Sechura y las correspondientes medidas de protección para  controlar el impacto ambiental.                            La importancia  capital que tiene este proyecto para el futuro de nuestra patria  justifica plenamente las reflexiones y preocupaciones formuladas por el  presidente de la República, Alan García Pérez, cuando hizo un llamado  ferviente para que construyamos una nación única, con un desarrollo  uniforme y armonioso, y desterremos regionalismos mal entendidos o  manipulados, que obstaculizan el progreso de todos los peruanos.                         Ejemplo nacional                         Dijo: “La unión  nacional, en efecto, no es una mera palabra decorativa. El Perú es uno  solo por sus raíces históricas, por su destino común, y esa unidad no  solamente debe darse en las ceremonias y discursos patrióticos, sino que  debe concretarse en las obras, en los grandes retos y desafíos, en la  hora suprema de dar el paso definitivo hacia un futuro de bienestar y  justicia de nuestros pueblos”.                            Por este motivo  de fondo, el Jefe del Estado ha puesto a Bayóvar como un ejemplo para  todos los peruanos, y en este punto se preguntó qué habría pasado con  esta inversión de 566 millones de dólares si el proyecto no hubiera  contado con el respaldo de toda la población.                            Para aquellos  que trabajaron tantos años, casi más de 90 años en descubrir y evaluar  los yacimientos de los Fosfatos de Bayóvar, se han sentido conmovidos y  recompensados con el lanzamiento del “Proyecto Bayóvar” por el  Presidente Alan García Pérez en el mismo suelo de una de las riquezas  más importantes del planeta.                           
Para el  suscrito, que como he dicho me tocó la suerte de ser el primer  presidente y fundador de la Empresa Minera Regional Grau Bayóvar en  1988, sentí un nudo en la garganta de la emoción por la lucha ganada por  nuestro Gobierno, después de tantos años de frustraciones para sacar  adelante este proyecto.                            Una vez más el  gobierno que lidera Alan García demuestra la entrega por desarrollar  nuestro Perú en bien de los más humildes, de aquellos que más lo  necesitan como los trabajadores peruanos y piuranos especialmente que  desarrollarán Bayóvar. Fue un día histórico para el agro nacional que  tendrá uno de los fertilizantes más efectivos del planeta.                            La empresa Vale  do Rio Doce (CVRD) de Brasil, operadora del proyecto invierte  inicialmente US$500 millones para sus operaciones, generando empleo para  2 mil trabajadores. Los fosfatos del proyecto Bayóvar, en la región  Piura, harán que en pocos años el Perú sea autosuficiente en el  abastecimiento de fertilizantes y deje de lado la importación.                         VALE en acción                         “Por decenios,  los fosfatos de Bayóvar han sido un proyecto acariciado por muchos pero  visto lejanamente. Recién ahora se pone en marcha gracias a la inversión  tecnológica y económica de una empresa como Vale.” Este proyecto es una  realidad gracias a una demostrada capacidad de entendimiento entre la  empresa privada y las autoridades regionales y locales y principalmente  el pueblo de Sechura.                            Los yacimientos  de fosfatos de Bayóvar están estratégicamente enclavados en la Cuenca  del Pacífico, específicamente en la costa norte del Perú en el desierto  de Sechura, con reservas potenciales de 10,000 millones de TM de roca  fosfórica y con reservas probadas de más de 350/400 millones de TM,  calculadas como concentrado de 30.5 por ciento de P2O5.                            Los volúmenes de  reservas son tan inmensos, que después de desarrollar toda nuestra  agricultura, los fosfatos se tendrían que exportar y obviamente con  valor agregado. Por su cercanía al mar, estos yacimientos tienen un  fácil acceso a los países de la Cuenca del Pacífico, donde actualmente  la de roca fosfórica supera los 32 millones de TM.                         Exportación                         Con relación a  la ubicación de Bayóvar la Cuenca del Pacífico carece de fosfatos  económicamente exportables y es importadora neta de la roca fosfórica.  Brasil pasaría a ser uno de los más grandes importadores de fosfatos  para sus tierras ácidas y las facilidades hasta Belén pondrían también a  nuestra roca en los países de la cuenca del Atlántico (sería ideal la  construcción de carretera de Bayóvar a Saramiriza en una primera etapa,  para conectarse luego con un sistema fluvial de transporte hasta  Manaos).                           
En  contraposición con su nombre genérico, la roca fosfórica es una arena de  grano fino redondeado que contiene pontóxido fosfórico (P2O5), que es  un mineral semiduro, brilloso, abrasivo agrupando además a otros de su  género como: calcio, flúor, hierro, aluminio, magnesio, potasio, cloro,  sodio y uranio en mínimas cantidades.                            Según las  investigaciones probadas a nivel internacional, tanto en laboratorio,  como en el campo, el efecto en la agricultura es notable; la papa rinde  400 por ciento más, que en una misma área donde no sea aplicada la roca  fosfórica; trigo 300 por ciento más; maíz 200 por ciento más; en pastos  en zonas selváticas 800 por ciento más.                            Es de suma  importancia remarcar que la roca fosfórica puede ser utilizada  directamente como fertilizante en suelos ácidos, por aplicación directa  simple como lo hace Nueva Zelanda con nuestra roca humedecida o darle  valor agregado transformándolo en superfosfato triple u otros  fertilizantes fosfatados. Bien por nuestra agricultura y bien por los  ingresos que pueden generar estas inmensas reservas, una de las más  grandes del planeta.                            (*) Ex presidente y fundador de la ex Empresa Minera Regional Grau Bayóvar.