PERUANOS APOYARON  A LOS ARGENTINOS EN LA GUERRA DE LAS MALVINAS 
 
Un hito de TOTAL apoyo peruano HASTA HOY DESCONOCIDO   de la guerra de Las Malvinas .
 
Corria  un placido sabado del 4 de abril  de 1982 y  el Capitan de Fragata MGP  Jorge Manrique , quien a la sazon se desempeñaba como Comandante del  Escuadron de Ingenieria Electronica  de la Aviacion Naval, se encontraba  en su casa de Matier 702 ,San Borja jugando con sus hijos y arreglando  el jardin. Serian como a las 11 de la mañana, cuando mi Sra esposa (  Pilar ) me avisa que tenia en el telefono una llamada urgente .   
 
Me  acerco al telefono y era mi superior , el Contralmirante MGP Jorge  Novoa Altamirano, Comandante de la Fuerza de Aviacion Naval, quien  cariñosamente me llamaba con el apelativo de "rasca-rocas" por mi  tenacidad , segun el, y me dice 
:  " Jorge, tu  eres  el mas capacitado en EXXOCET's y te necesitamos  con suma  urgencia. Puedes venir de inmediato a la Comandancia ?" 
 
Estuve en una hora... y le dije" Almirante , cual es la mision?" 
Me  explico con detalle que " el Presidente Fernando Belaunde, habia  dispuesto que ayudemos en forma encubierta a la REPUBLICA ARGENTINA,  ...pues, resulta que el personal de tecnicos franceses de la empresa  AEROSPATIALE, estaba instalando el sistema de guia de 5 misiles EXXOCET  AM-39 para hacer la interface con los sistemas de los SUPER ETENDAR  ARGENTINOS, pero , aparentemente habian recibido instrucciones secretas  de su empresa , debido al  nivel de tension entre ARGENTINA  y GRAN  BRETAñA por el asunto de LAS MALVINAS , y como GRAN BRETAñA ES ALIADA DE  FRANCIA,  le pidio , por los canales especiales, que se suspendiese a  como sea la puesta a punto de los EXXOCET en los aviones argentinos,  y  por tal razon , los tecnicos franceses  se retiraron,  intempestivamente,  a mediados de marzo , dejando a medio conectar todos  los sistemas de enlace de los EXXOCET  , mas aun las guias de los  misiles, a los cuales los descalibraron, aparte que  se llevaron partes  claves de las guias. 
 
En  otras palabras a los poderosos aviones de combate los habian reducido a  la condicion  de un taxi aereo sin ni una pistola para disparo...." 
 
"Puedes repararlos??? ", me espeto , "....pero dime si puedes o no, pues esta en juego muchismo de por medio..." 
 
                                         " SI PUEDO MI ALMIRANTE" 
 
A  renglon seguido , le pregunte , donde estan los 5 sistemas de guia de  los misiles y me dijo, los tendremos mañana domingo, a lo que manifeste  que  estos sistemas de guia serian imposibles de reparar , calibrar y  poner a punto en Lima o en Paris (sede de AEROSPATIALE ), por las  evidentes razones. Habia que buscar una empresa equivalente . Esta se  encontraba en Italia y en problemas con sus plantas de produccion, por  tanto  DESCARTADA !!... 
 
La otra estaba en San Diego, California  y era la TELEDYNE RYAN CORPORATION. 
 
Llame  ese mismo sabado por telefono al Ingeniero Jefe de Mantenimiento de la  empresa , y le manifeste que " tenia un lote de 5 " corazones de guia"  para hacer algunas reparaciones y calibraciones y no poseia el equipo  adecuado y yo mismo apoyado de un par de tecnicos lo hariamos en su  planta y que requeria este trabajo con suma urgencia..." . 
 
Despues de identificarme, me dijo" Jorge, cual es tu urgencia?? Para ayer le conteste" 
 
"OK  te espero el lunes en la mañana" , a lo que le informe  que viajaria  con mi Sra. esposa de acompañante y si pudiese hacerme una reservacion  en un hotel bueno en San Diego. 
Me devolvio la  llamada en un par de horas y me dijo" Jorge, lista tu reservacion en un  hotel muy bonito que acaban de inaugurar,  el "SHERATON ON HARBOR  ISLAND". 
 
El domingo 5 ,  ya tenia en mi poder los pasaportes negros de CUERPO DIPLOMATICO para  mi señora y para mi. y los pasajes en vuelo desde Lima  hasta San Diego. 
Tambien,  los 5 "corazones" cada uno en "cajas de zapatos" que habian llegado en  un jet ESPECIAL DE LA FFAA ARGENTINAS en esa mañana. 
Los  metimos en mi maleta ( como si fuese equipaje acompañado ) y viajamos  como esposos en un inocente y "aparente viaje de placer". 
 
Salimos de Lima e hicimos escala en Miami  y de alli tomamos coneccion a San Diego, arribando la madrugada del lunes. 
 
Estuvimos  ese mismo lunes en la planta de la TELEDYNE RYAN CORPORATION  que  externamente aparentaba ser de dos pisos. Al presentarnos al front desk ,  una secretaria nos pidio identificacion y a renglon seguido llamo al  Ingeniero de planta con el cual, habia hecho las coordinaciones del  trabajo a realizar. 
 
El  Ingeniero de inmediato nos  mando a hacer los "vouchers" de  identificacion con fotos y huellas digitales y nos condujo a un  ascensor  donde bajamos hasta el nivel siete subterraneo. Al abrirse la  puerta del ascensor, nos encontramos con una impresionante instalacion  de alta tecnologia electronica misilera. 
 
El lugar era el sueño dorado de cualquier Ingeniero electronico. 
 
Nos asignaron una oficina con un work station y mesa de trabajo. 
 
Alli  sacamos los 5 "corazones" misileros y se comenzo a trabajar en ellos  dia y noche y terminamos el trabajo de reparacion, puesta a punto y  calibracion con laser el viernes 10 de abril de 1982, despues de haber  trabajado como "chinos en quiebra" alrededor de 12 a 15 horas diarias. 
El motivo de mi viaje acompañado de mi Sra, era para aparentar otra situacion. 
El sabado 11 de abril llegamos a Miami y el domingo 12 de abril nos embarcamos rumbo a Lima, con nuestra preciada carga. 
Al  llegar en la madrugada del lunes 13 de abril de inmediato  nos recibio  gente de la Marina Peruana y pasamos sin ningun tipo de revision la  aduana aerea;  de  inmediato, nos esperaba un vehiculo ofical  que nos  condujo a la AVINAV y entregamos la preciada carga al Almirante Novoa,  el cual  , tambien de inmediato , lo envio a ARGENTINA en una avion de  ese que estaba listo esperando SOLO  ESA  "carga" 
 
De alli, lo que sigue es historia bien conocida. 
 
Esto  es una narracion veridica y directa del protagonista DIRECTO  de esta  historia jamas antes revelada, pero que la hago publica, despues de mas  de 27 años de producida. 
 
JAMAS TUVE DEL GOBIERNO ARGENTINO NI SIQUIERA UNA NOTA DE AGRADECIMIENTO. 
 
AHORA  YA SABEN POR QUE, Y POR QUIEN ( OFICIAL DE LA MARINA DE GUERRA PERUANA )  ESOS MISILES EXXOCET , ESTUVIERON A PUNTO Y HUNDIERON AL HMS"  SHEFFIELD" 
 
 Y ME DOLIO   MUCHISIMO, COMO PERUANO Y ADEMAS COMO OFICIAL QUE APOYE  DIRECTAMENTE A  LA ARGENTINA EN 1982,  ENTERARME DEL ASUNTO  DE LOS 4,998 FUSILES FAL +  LA MUNICION ,  ENVIADOS A ECUADOR POR ARGENTINA, SECRETAMENTE,  DURANTE  EL CONFLICTO PERU-ECUADOR DE 1995, POR  ORDEN DEL ENTONCES PRESIDENTE  ARGENTINO  CARLOS MENEN EN COMBINACION CON EL MINISTRO DE DEFENSA  ECUATORIANO JOSE GALLARDO.    
 
  Y AHORA, POR SEGUNDA VEZ VEO, QUE ARGENTINA INTEGRA  UNA FUERZA  MULTINACIONAL DEL EJERCICIO " SALITRE 2009" DONDE SUPUESTAMENTE  COMBATIRA AL PERU. 
SALUDOS 
JORGE 
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Fuego sobre el Atlántico Sur
 
 
 
Rompiendo  un silencio de más de quince años, los pilotos de la misión argentina  que hundió al destructor inglés Sheffield revelan aquí todos los  detalles del mayor golpe asestado a la Fuerza de Tareas británica  durante el conflicto de 1982.
Pareja de SUE volando en tiempos de paz, ambos portan sus tanques de combustible y dos misiles Matra Magic Aire-Aire.
Parafraseando  a Winston Churchill, nunca tan pocos -diez pilotos argentinos, cuatro  aviones franceses Super Etendard y cinco misiles Exocet- hicieron tanto  para complicarles la vida y las operaciones a la Fuerza de Tareas  británica (Task Force) que participó en 1982 en la Guerra de las  Malvinas.
SUE con AM39 Exocet en la Base Espora.
Operando  desde su base en Río Grande (Tierra del Fuego), el 4 de mayo de ese año  los diez pilotos argentinos, que eran los únicos en el país entrenados  en el vuelo de los sofisticados Super Etendard, pertenecientes a la II  Escuadrilla Naval de Caza y Ataque, perpetraron un demoledor ataque al  moderno destructor tipo 42 HMS Sheffield, ubicado a la vanguardia de la  flota inglesa.

Piloto de SUE.
Mortalmente  dañado, el buque se terminó de hundir en las heladas aguas del  Atlántico sur el 10 de mayo. La foto del gran navío inglés envuelto en  llamas ya había dado la vuelta al mundo.

Imagen del boquete e incendio incontrolable producido por el impacto penetrante del Exocet.
El  éxito de la misión -considerada por los expertos como de una audacia y  técnica irreprochables- obligó a la flota inglesa a alejarse muy al este  de las islas Malvinas, lo cual complicó notablemente sus operaciones  aeronavales.

Tanto  el jefe de la Task Force, el vicealmirante Sandy Woodward, en su libro  One hundred days (Cien días, 1992) como el reciente trabajo del  historiador militar inglés Nigel West (La guerra secreta por las  Malvinas, 1997) destacan la importancia de ese ataque, al señalar que  obligó a cambiar los planes operativos de la flota.

Debido  al traslado de ésta hacia el este del archipiélago, los aviones Sea  Harrier de la Task Force debieron operar en condiciones riesgosas, al  borde de su autonomía de vuelo.

Más  de 15 años después del hundimiento del Sheffield. los responsables de  la escuadrilla relatan aquí por primera vez hasta los detalles más  íntimos y secretos de la historia, convertida desde los momentos  iniciales en uno de los hitos del cónflicto. Reunidos por LA NACION, el  capitán de navío (R) Jorge Colombo (jefe de II Escuadrilla), el capitán  del navío (R) Augusto Bedacarratz, el capitán de corbeta (R) Armando  Mayora (ambos pilotos de los 2 aviones Super Etendard que atacaron al  Sheffield) y el capitán de navío (R) Ernesto Proni Leston, comandante  del avión Neptune, que permitió hallar el blanco del ataque,  reconstruyeron el operativo con singular precisión, como si hubiese  ocurrido ayer.
La escuadrilla
Por insólito que parezca, la  escuadrilla de aviones que pasaría a la historia había sido conformada,  muchos años antes, atendiendo al tamaño de un ascensor. "Cuando la  Armada, a fines de los años setenta, vio que los A4 de la aviación naval  se estaban poniendo viejos -recuerda el capitán Colombo-, pensó en  reemplazarlos por otros A4 y recurrió al mercado norteamericano. Por esa  época (1977) estaba en vigencia la restricción en la venta de  armamentos a la Argentina por el tema de los derechos humanos, así que  los Estados Unidos no nos quisieron vender. Se buscó un avión naval que  entrara en nuestro portaaviones, el 25 de Mayo. Entrar en un  portaaviones no quiere decir solamente que pueda enganchar en la  cubierta y ser catapultado, sino que entre también por el ascensor de la  nave". 
El  único que cumplía tal requisito era el Super Etendard, fabricado por  Dassault-Breguet (Francia), cuya adquisición implicaba un salto  tecnológico muy grande para la Armada. La empresa tenía una línea  montada y se podían sacar 14 aviones para la Argentina (de los cuales  sólo 5 llegarían al país). Se envió a Francia a diez pilotos con mucha  experiencia, porque se trataba de un avion muy difícil y exigente.  Llegaron a París a fines de 1980 y regresaron a la Argentina en 1981,  con aproximadamente 45 o 50 horas de vuelo cada uno. En noviembre de ese  año fue el bautismo oficial de la escuadrilla, que estaba instalada en  la base Comandante Espora.
Aquel verano transcurría sin otra  novedad que la presencia de aquellos aparatos deslumbrantes. Hasta que  el 31 de marzo, Colombo fue llamado a la jefatura de la fuerza. "Mañana  desembarcamos en Malvinas", le dijeron.
Cuando se repuso del asombro  ya estaba trabajando..., y haciendo trabajar. Los pilotos tuvieron que  prepararse contra reloj: en sólo quince días debían estar listos para  operar. Colombo desmiente que la misión de ataque al Sheffield haya sido  pensada como una respuesta al hundimiento del crucero General Belgrano,  ocurrido el 2 de mayo. En rigor, el 1° de mayo se frustró una misión de  ataque porque el propio avión de Colombo tuvo problemas al cargar  combustible en vuelo.
Niega también un aporte de los satélites  soviéticos para ubicar a la flota inglesa. "Yo me moría por tener  información y no me hubiera importado en lo más mínimo de dónde venía".

Los  dos pilotos de Super Etendard que atacaron al Sheffield, Bedacarratz y  Mayora, tienen muy frescos en la memoria los preparativos de la misión.
"No  teníamos la certeza del funcionamiento del misil -recuerda  Bedacarratz-, y la asistencia técnica de Aerospatiale no vino para  ponerlo a punto. 
 
                        Lo tuvimos que hacer nosotros. 
 
En teoría funcionaba perfectamente. Pero faltaba verlo en acción."
El Capitán Armando Mayora (de pie) con su actual socio comercial.
Por  ese entonces, agrega Colombo, los ingleses creían que la Argentina sólo  tenía l o 2 Exocet en condiciones de operar. Ignoraban un dato  fundamental: las últimas especificaciones técnicas para hacer funcionar  el misil fueron obtenidas de un empleado argentino, despedido de la  firma francesa, quien le pasó los datos a un piloto de Aerolíneas  Argentinas.

Había  5 aviones (cuatro, en rigor, porque uno fue canibalizado, es decir, se  lo desarmó para poder disponer de repuestos) y 5 misiles para llevar a  las Malvinas.
Una vez urdido el plan de ataque, los pilotos se  adiestraron con los destructores tipo 42 que tenía la Armada argentina,  siempre en parejas.
"Todas las misiones de guerra de nuestra  escuadrilla -afirma Mayora- fueron de a dos aviones. Fuimos siempre  solos al ataque, nunca tuvimos cobertura aérea de nadie, y lo hicimos  como dice la táctica naval que hay que hacerlo.
Habíamos logrado que  todas las parejas de pilotos trabajaran en total silencio. Nuestro  punto de adiestramiento era llegar al lanzamiento sin decirnos nada."
El  1° de mayo se lanzó el primer intento de ataque, que culminó en una  frustración por razones mecánicas. Por un compromiso entre los pilotos,  la pareja que sacaba las ruedas del piso (esto es, que despegaba),  lanzara o no los misiles, después del intento debía ceder su lugar.  Quedaron, pues, Bedacarratz y Mayora como los próximos en intentar el  ataque.
Eran horas terribles de ansiedad, de nervios. El 2 y el 3 de  mayo tuvieron un alerta. El 3 inclusive estuvieron en la cabecera de la  pista, a punto de salir. "Lo que desgastaba era todo lo previo a la  misión -dice Mayora-, los preparativos. Después, cuando uno saca las  ruedas del piso y empieza el vuelo, ya está, uno está jugado".
Finalmente,  el 4 de mayo los pilotos fueron despertados temprano y repitieron una  vez más la planificación del ataque. A las 9.30 subieron a los aviones,  despegaron y se encontraron en vuelo con el avión tanque (un Hercules)  en el punto previamente determinado. Todo salió sin problemas.
Pasaron  entonces a la fase final del ataque. Un ataque que fue de "bajo  lóbulo": una penetración baja para evitar los radares y las defensas  aéreas de la flota enemiga. A la hora combinada con el avión explorador,  Bedacarratz hizo la única comunicación desde que habían despegado.
"La  nuestra -se ufana- fue la única misión que se hizo como lo indica la  doctrina de la aviación naval, con un previo trabajo de exploración (el  que hizo el Neptune). Eso nos daba mucha seguridad, porque sabíamos que  no íbamos a encontrarnos con un piquete enemigo."
Las condiciones  meteorológicas el 4 de mayo eran malas. No era un día para volar. Para  los argentinos, sin embargo, resultaban espectaculares, porque tenían  muy bajo techo (en el orden de los 500 metros) y además chubascos que  complicaban algo el ataque, pero que les daban la tranquilidad de que  iba a ser muy difícil que los Sea Harrier ingleses los pudieran  encontrar.
El avión explorador pasó a Bedacarratz los dos blancos  (uno chico y uno grande) y éste tomó la decisión lógica de atacar al  grande. Cuando los aviones llegaron a 30 millas del blanco, treparon  para alcanzar una altura como para abrir su radar, pero cuando llegaron  arriba no había nada. Las condiciones climáticas les habían jugado una  mala pasada.
"La formación de ataque era abierta -cuenta Mayora-.  Los dos nos cuidábamos la cola de los interceptores. Ese día, por los  chubascos, la visibilidad quedó muy reducida. Había momentos en los que  nos perdíamos de vista."
La formación hizo entonces una derrota para  evitar la isla de Beauchéne, que es acantilada. Bedacarratz recuerda  que los preocupaba la posibilidad de encontrar allí, oculto bajo la  sombra de la isla, algún buque o algún piquete inglés.

Desde  ese momento, todo se aceleró. Los Super Etendard volvieron a bajar y  luego treparon otra vez, hasta llegar a la posición de 30 millas del  blanco, al que ubicaron. Bajaron luego a la posición de lanzamiento y  allí rompieron el silencio. El radar, a partir de ese punto, no se apagó  más.
Luego pasaron a la preparación del lanzamiento de los misiles e  hicieron un pequeño giro a la derecha para ubicarse en la dirección del  ataque final. Había llegado el instante crucial de la decisión.
Mayora  quedó un poco atrás de Bedacarratz, que dio la orden de lanzamiento  justo al entrar en un chubasco. Una orden que Mayora no oyó.
"Cuando  lo veo salir del chubasco -rememora Mayora- y veo fuego debajo de su  avión, le pregunto: "¿Lanzó?` Y me contesta: "Sí`. Entonces, allí mismo  aprieto el botón de lanzamiento del Exocet. Entre que uno dispara y el  momento en que se desprende efectivamente el misil hay una secuencia de  un segundo y medio que parece una eternidad. Además, era el primer  lanzamiento real que hacíamos y teníamos la duda de su funcionamiento."

Tras  el lanzamiento del Exocet (que pesa 650 kilos), los aviones se  descompensaron. Los pilotos giraron bruscamente sobre el rumbo de escape  y volvieron a la base. En la vuelta, Mayora pasó por detrás de  Bedacarratz con su radar encendido (se había olvidado de apagarlo) y lo  iluminó. Bedacarratz le pegó un grito, creyendo que tenía una  intercepción. Fue un momento dramático. Después, ambos pilotos pusieron  máxima velocidad y salieron del área.
 
 
link: http://www.videos-star.com/watch.php?video=IUZu8bvxJs4
El  ataque de los Super Etendard argentinos, que se produjo a las 11.2,  impactó en el destructor Sheffield, al que dejó herido de muerte.  Veintiuno de sus tripulantes perdieron la vida, y tras un incendio  imposible de controlar, el buque se entregó mansamente a las  profundidades del Atlántico.
Detrás del desconcierto y preocupación  de los marinos ingleses vino la polémica. Los británicos afirmaban que  uno de los Exocet lanzados se había perdido sin dar en ningún blanco y  que otro había impactado en el Sheffield sin detonar, aunque provocando  el incendio que terminó con el barco.
Colombo tiene una idea de lo  que pudo haber pasado. "A mí no me consta que no hayan pegado los dos  misiles y detonado los dos -admite-. Teniendo en cuenta las condiciones  en que fueron lanzados (desde el mismo punto y en forma casi simultánea)  y también lo que declaró inicialmente el capitán del Sheffield, Sam  Salt (confesó a la BBC que había escuchado dos explosiones), yo no tengo  dudas de que pegaron los dos, que tal vez entraron por el mismo  boquete, y que explotaron los dos o al menos uno de ellos. Y no lo digo  para defender a los fabricantes del Exocet porque nunca recibí nada de  ellos. Ni un tornillo".

Tiempo  después de concluir la guerra, el coraje y profesionalismo de los  pilotos de la II Escuadrilla Naval fueron ampliamente reconocidos por  sus adversarios de entonces.

Colombo y sus hombres recuerdan hoy la historia con la voz templada.
Todavía  el corazón repiquetea al reconstruir aquella fría y brumosa mañana de  mayo, cuando regresaron a la base con la misión cumplida.
Rastreando al enemigo
Se  trataba de un avión que, milagrosamente, había escapado al destino de  sus hermanos gemelos en la Argentina. Todos los otros Neptune reposaban  plácidamente en distintos museos del país.

Pero  este viejo guerrero francés que, al decir del capitán de navío (R)  Ernesto Proni Leston, "no funcionaba gracias al combustible, sino  gracias a Dios", fue el reflector que marcó la ruta que debían seguir  los Super Etendard para herir de muerte al Sheffield. Es decir, una  tarea de condición sine qua non para el objetivo final.
Proni Leston  fue el comandante del Neptune de exploración, encargado de rastrear y  ubicar a la flota inglesa el 4 de mayo de 1982, para informar al  escuadrón de los Super Etendard la posición de los blancos enemigos.

El Capitán Proni Leston, heroe de Malvinas hoy ya fallecido.
La  operación se inició en Río Grande (Tierra del Fuego) la noche anterior,  el 3 de mayo, a la hora de la cena. "La misión comenzó con un vuelo de  exploración sobre el área de Puerto Argentino, con el fin de determinar  si la zona estaba libre para la llegada de tres aviones Hércules de la  Fuerza Aérea que partían de Comodoro Rivadavia", relata Proni Leston."
En  esas circunstancias estaba previsto que el explorador actuara con la  cobertura aérea de una escuadrilla de Mirage o Dagger que estaban en Río  Grande. Pero estos no tenían la suficiente autonomía de vuelo para  hacerlo. Se tomó entonces la decisión de que saliera solo.
A las 4  estaba listo el avión. Hicieron el prevuelo con toda la tripulación y  despegaron a las 5. La evaluación del radar se hizo cuando todavía  estaban en zona segura. El equipamento del avión era de la década del  cincuenta.
Avión de museo
Para esa época, los únicos dos países  que todavía tenían volando Neptune eran Francia y la Argentina. El resto  los habían sacado de servicio y estaban en los museos.
El que  permanecía aquí se encontraba en razonables condiciones operativas, pero  a la semana de comenzada su misión en el Sur se pincharon totalmente  los equipos electrónicos.

Las  condiciones meteorológicas cambiaban para cada misión el alcance del  radar. El avión volaba para que nadie lo encontrara. No usaba radar, no  emitía comunicaciones... En un momento determinado, de acuerdo con el  plan de navegación, se había establecido que emitiera dos o tres vueltas  de radar cubriendo el área; después se volvía a apagar todo, se bajaba,  se cambiaba de rumbo y se buscaba otra posición.
"El 4 de mayo  subimos y emitimos a la 7.8. Se recibieron varias señales: una de ellas  provenía de un buque tipo 42. Tomada la posición del barco, en 15  segundos aproximadamente enviamos la información del contacto", cuenta  Proni.
"Yo estaba despierto esa noche desde las 3 -recuerda el  capitán Jorge Colombo, jefe de la escuadrilla de Super Etendard-. Cuando  el Neptune envió la primera posición, a las 7.8, me acuerdo que fui y  lo desperté al vasco (por el capitán de navío Bedacarratz) y le dije:  "Vasco, tenemos laburo".
El día del ataque al Sheffield, la misión  del Neptune duró desde las 5 de la mañana hasta las 13. Cuando se  informó la detección se anuló la operación de los Hercules, y se le  ordenó a Proni Leston mantener la exploración y contacto sobre el  blanco. Con esa indicación, ellos sabían que iba a haber un ataque y que  estaría dado por los Super Etendard. El radar seguía dando problemas,  ya que funcionaba con cristales, que se quemaban. Tanto fue así que los  operadores de radar siempre llevaban en los bolsillos, en lugar de  caramelos, cristales.
"Nos llega la orden de poner una posición  determinada a las 10 y ya no teníamos más cristales. ¿Qué hicimos?  Sabiendo la última posición -relata Proni Leston-, hacemos un vuelo  hacia la zona donde había sido hundido el crucero General Belgrano, para  intentar un engaño, como si fuéramos a buscar a los sobrevivientes del  barco. Teníamos que volver a las 10 y luego a las 10.35. A esa hora  volvemos a la posición ya sin cristales. Habíamos determinado cuatro  blancos (uno de ellos grande) y lo habíamos informado."
A las 10.35  se acercaron bien pegados al agua, en vuelo rasante, al punto estimado, y  la pantalla estaba lechosa por la falla de los cristales. Los  superiores pedían una aproximación. Se acercaron más para realizar el  barrido del radar. Ni bien asomaron la nariz y pusieron el radar en el  aire, las contramedidas bramaron, porque tenían señales de todos lados.  Esa fue la información definitiva, a las 10.35.
"Tomada esa  información -sigue Proni Leston-, nosotros nos vamos abajo de nuevo,  cambiamos rápidamente de rumbo y al minuto Bedacarratz salió al aire con  mi sobrenombre: "Gaucho (ningún inglés me iba a llamar así). Yo le  contesté: "Vasco`, y le pasamos dos posiciones de blancos (uno chico y  uno grande)." No hablaron más. Emprendieron el regreso y los Super  Etendar iniciaron su tarea. "En la vuelta me tenían loco preguntándome  de todos lados. Yo no le contesté nada a nadie. Luego la única  comunicación que tuvimos fue en la vuelta de los Super Etendard, que nos  dijeron: "Lanzamos sobre el blanco enganchado. Sólo ahí envié la  comunicación del mensaje oficial del ataque", cuenta con emoción Proni  Leston.
Los Super Etendard aterrizaron quince minutos antes que el  Neptune. La tripulación del viejo avión rebosaba de alegría porque,  teóricamente, las características del sistema de armas de los Super  Etendard hacían pensar que las probabilidades de impacto eran altas.
Hablando  de las cábalas empleadas en la misión, Proni Leston recuerda: "Yo nunca  hice lo que sí hicieron ellos (por los pilotos de Super Etendard):  volar como un salame. Es decir, ponerse el equipo de vuelo normal,  encima el equipo de antiexposición (con abrigo en el medio), el chaleco  salvavidas y los arneses para el lanzamiento en paracaídas".
Proni  Leston no volaba con nada por una razón muy sencilla: como tenía un  avión de la década del cincuenta, no podía hacer absolutamente nada para  defenderse contra un avión como el Sea Harrier.
"Las opciones, si  me pegaban -explica- eran una explosión, un daño estructural que no  permitiera controlar al avión o una avería que me permitiera llegar al  agua más o menos controlado. En esa circunstancia el Neptune tenía botes  grandes que se armaban al contacto."
Por la cabeza de Proni Leston  se paseaba una lógica simple, pero práctica: "Para qué me voy a poner  estas cosas. Si se da la tercera opción, igual voy a tener tiempo para  llegar al bote". Así que hasta el chaleco personal lo ponía debajo del  asiento. Entonces, volaba sin casco, con un gorrito, cómodo. En el avión  había muchos que se ponían globos en los bolsillos para inflarlos si se  caían al mar.
¿Alguna cábala? Se formaba a toda la tripulación  delante del Neptune, se daban las últimas directivas y comenzaban a  subir. El comandante era el último. Una vez que estaban todos arriba, el  jefe se acercaba a la rueda de proa del avión, grandota como era, la  palmeaba y le pedía: "Viejo geronte, hoy traéme de vuelta". Esto lo  hacían cada vez que subían al avión. A la vuelta, bajaban todos y el  comandante también era el último en hacerlo. Bajaba, tocaba la rueda y  le agradecía: "Viejo geronte, gracias por haberme traído de  vuelta". 
 
Un video de los Super Etendard
 
 
link:http://www.videos-star.com/watch.php?video=1NAzJQENJpQ
 
FOTOGRAFIAS QUE ACREDITAN LA "HISTORIA JAMAS ANTES CONTADA " 
 
 
EL  CAPITAN DE FRAGATA MGP JORGE MANRIQUE ( AL CENTRO ), CON DOS INGENIEROS  ELECTRONICOS NOMBRADOS COMO SUS COLABORADORES,  EN LAS INSTALACIONES DE  LA EMPRESA "TELEDYNE RYAN CORPORATION" EN  LA PLANTA SUBTERRANEA DE  REPARACIONES ( SEPTIMO NIVEL ), EN SAN DIEGO, EN 1982. ESTA FOTO FUE  TOMADA CUANDO TERMINAMOS DE  REPARAR Y CALIBRAR TOTALMENTE LOS 5  "CORAZONES" DE LOS EXOCET AM-39. 
 
 
 
EL  CAPITAN DE FRAGATA MGP JORGE MANRIQUE Y SU ESPOSA PILAR JUNTO AL  GENERAL MANAGER DE "TELEDYNE RYAN CORPORATION" EN EL SEPTIMO NIVEL  SUBTERRANEO , EN PLENO PROCESO DE REPACION DE LOS 5 CORAZONES DE LOS  EXOCET AM-39  ( ESTO FUE EN ABRIL 1982 ) 
 
 
 
 
JORGE Y PILAR, MI ESPOSA Y  COMPAñERA DE MI VIDA,  PROTAGONISTAS DE ESTA HISTORIA JAMAS ANTES  CONTADA 
, HOY DIA, 20 DE SEPTIEMBRE 2009, DESPUES DE MAS  27 AñOS DE LOS HECHOS NARRADOS, RELACIONADOS A LA GUERRA DE LAS MALVINAS .  
JORGE , ACTUALMENTE ES PRESIDENTE Y FUNDADOR DE "OCEAN BUOYS" EMPRESA DE ALTA TECNOLOGIA EN USA.
FUENTE : TRINCHERA DE PATRIOTAS