Prehistoria de Guzmán
Escribe: Eloy Marchán
Hildebrandt en sus Trece, Lima, viernes 12 de febrero de 2016
El segundo de las encuestas trabajó con el publicista Óscar Dufour, fue competente subordinado de Álvarez Rodrich cuando este era director del OSIPTEL fujimorista y fue comentarista de Cable Canal de Noticias cuando era propiedad de Eduardo Chapulín Calmell del Solar y Manuel Ulloa van Peborgh, dos asiduos visitantes del SIN de Vladimiro.
El candidato
presidencial Julio Guzmán Cáceres pretende ser un hombre sin pasado. Al
menos eso es lo que el líder deTodos por el Perú insinúa en la hoja de
vida que presentó ante el Jurado Nacional de Elecciones. Según este
documento, Guzmán tuvo su primera experiencia laboral en el año 2009, es
decir, a los 39 años, cuando entró a trabajar como consultor del Banco
Interamericano de Desarrollo. De ahí hacia atrás todo es un misterio.
Hildebrandt en sus Trece ha rastreado el legajo laboral de Guzmán antes
de migrar a Estados Unidos en 1999. Su pasado profesional es una caja de
sorpresas. Resulta que el aspirante a inquilino de Palacio omitió
mencionar sus servicios profesionales al publicista montesinista Óscar
Dufour o su paso por Cable Canal de Noticias, el canal que Vladimiro
Montesinos compró con dinero del ejército para servir a Alberto
Fujimori.
Fue
en julio de 1994 cuando Guzmán, entonces con 24 años y a punto de
concluir sus estudios de economía en la Pontificia Universidad Católica,
decidió lanzarse al mercado laboral. Su primera oportunidad se la dio
la consultora Apoyo, donde lo nombraron asistente de Augusto Álvarez
Rodrich. En aquel momento Álvarez Rodrich era un funcionario del
gobierno. Además de trabajar en Apoyo dirigiendo la revista Semana
Económica, Álvarez Rodrich era el director del Organismo Supervisor de
la Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel), un puesto de
confianza de la administración fujimorista. En la hemeroteca todavía se
pueden encontrar las portadas en las que Semana Económica simpatizaba
abiertamente con el régimen dictatorial o, en todo caso, le podía
sordina a cualquier posible discrepancia.
A
Guzmán no le costó mucho tiempo ganarse la confianza de su jefe, al
punto de que para setiembre de 1994, dos meses después de haber
ingresado a las filas de la consultora, fue ascendido al equipo de
analistas junior de Semana Económica. Como las notas de la revista no
están firmadas, no se sabe cuáles salieron de la pluma de Guzmán. En
Apoyo, el candidato de Todos por el Perú estuvo hasta abril de 1995.
En
aquellos casi nueve meses, coincidió con dos hombres que hoy son
vitales en su carrera a la presidencia: Alfredo Torres, en aquel momento
gerente general de Apoyo, y Hernán Chaparro, gerente de proyectos,
quienes actualmente dirigen las encuestadoras Ipsos y GFK,
respectivamente. No es coincidencia que Torres fuera uno de los primeros
entusiastas con esta candidatura. El 1 de marzo de 2015, en su columna
de El Comercio, el director de Apoyo describió precozmente a Guzmán como
el “outsider tecnocrático” que inspiraría confianza en el electorado.
La encuestadora GFK, dirigida por Chaparro, fue la primera que puso a
Guzmán en el segundo lugar en la intención de voto.
Con
Álvarez Rodrich, Guzmán nunca cortó vínculos. Según contaron fuentes de
Apoyo a Hildebrandt en sus Trece, además de la vieja amistad que los
une, el candidato es también amigo personal de Cecilia Balcázar, pareja
del famoso periodista. Si en los 90 ser pupilo de Álvarez Rodrich podía
abrir muchas puertas, actualmente esta amistad puede abrir más de un
medio de comunicación. Álvarez Rodrich es el director periodístico de
Frecuencia Latina, ahora asociada aPanamericana Televisión. Además es
editorialista del diario La República y presidente del Instituto de
Prensa y Sociedad. En los últimos meses Guzmán es caserito del canal de
la avenida San Felipe en el horario estelar. La última “exclusiva” fue
el pasado domingo con un zalamero Nicolás Lúcar que se cuidó de hacer
alguna pregunta incómoda.
La revista Business, Dufour y Carbajal
En
mayo de 1995 Guzmán salió de Apoyo y entró a trabajar como analista
económico de la firma Mercados Consultora y Publicaciones S.A. La
empresa había sido fundada un año antes por Jaime Carbajal Pérez y Julio
Rodríguez Morano y, además de dar servicios de consultoría empresarial,
editaba la revista Business” En mayo pasado, Caretas publicó una foto
de Guzmán y todo el equipo de Mercados Consultora y Publicaciones S.A.
En la nota se cuenta que el hombre fuerte de la empresa era Óscar
Dufour, uno de los publicistas preferidos de Vladimiro Montesinos y a
quien Caretas le atribuyó haber manejado los diarios chicha junto a
Augusto Bresani. La imagen data de junio de 1995, cuando Mercados
Consultora y Publicaciones S.A. anunciaba el lanzamiento de un nuevo
medio de comunicación: el semanario Sólo Negocios.
La
línea editorial de ambas publicaciones era profujimorista. En la
hemeroteca de la Biblioteca Nacional todavía se pueden encontrar
ediciones de Business y Sólo Negocios en las que se ensalza la apuesta
económica ultraliberal de aquel gobierno.
“En
Business siempre se tuvo una opinión positiva de Alberto Fujimori. Por
eso, nunca se encontrará alguna nota crítica”, contó un periodista que
por esos años estuvo en la revista que dirigían al alimón Carbajal y
Dufour.
En
Business y Sólo Negocios, Guzmán tuvo como centro de labores un local
ubicado en la cuadra trece de la avenida Berlín, en Miraflores. En dicho
inmueble también funcionaba la agencia publicitaria Interandina, de
propiedad de Dufour, y también favorita de Montesinos. “Carbajal y
Rodríguez eran los directores de la publicación, pero en realidad eran
una suerte de secretarios de Óscar Dufour, quien aprobaba qué salía
publicado y qué no. Los editores eran David Suárez Alfaro y Luis Andrade
Ciudad, pero su papel era sólo de correctores de los textos. Guzmán era
un redactor más”, cuenta la fuente.
A
finales de 1995 y luego de trabajar siete meses como periodista
económico para el publicista de Montesinos, Guzmán renunció a Mercados
Consultora y Publicaciones S.A.” para entrar al diario Gestión. A la
caída del régimen los jefes de Guzmán tuvieron suertes distintas: Dufour
terminó preso y Carbajal se convirtió en socio estratégico de Alan
García.
Gestión y Cable Canal de Noticias
En
Gestión, Guzmán se puso al servicio de Manuel Romero Caro, entonces
director de la publicación. También aquí escaló rápido y fue nombrado
analista económico principal a cargo de dirigir el equipo que hacía los
informes especiales. Por esa época, los redactores de Gestión no
firmaban sus notas, así que es imposible adjudicar un texto a Guzmán.
Algunos títulos de artículos de aquella época que llevan el rótulo
“informes especiales” son de lo más significativos: Grupo Romero
interesado en participar en la privatización del puerto de Ilo, decía
uno. En otro se lee: Privatización del Puerto de Ilo en espera de leyes
para desarrollar zona sur. La línea era siempre apoyar las medidas que
salían de Palacio. Así, el 19 y 20 de agosto de 1996, en sendos informes
especiales, el equipo periodístico titulaba: “Camet descarta que el 60%
de las empresas esté en quiebra” y “Fujimori podría postular a la
reelección en el 2000”. Por aquel entonces Guzmán tenía ya 26 años.
A
finales de ese mismo año, el líder de Todos por el Perú cambió de aires
e incursionó en el rubro de consultorías. Trabajó cinco meses para
Prisma, una de las más importantes consultoras de ese entonces. Luego
probó en “MGS y Asociados”, una empresa de asesoría bursátil en la que
se desempeñó como jefe de investigación. Este puesto lo combinó con otro
interesante y no menos sorprendente empleo: el de comentarista
económico de Cable Canal de Noticias (CCN), la televisora favorita de
Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos que poco tiempo más tarde
compraron con el presupuesto del Estado.
Guzmán
llega CCN de la mano de Jaime de Althaus, quien, además de ser
subdirector del diario Expreso, tenía un programa en la televisora.
Tanto Expreso como CCN eran propiedad de Eduardo Calmell del Solar y
Manuel Ulloa van Peborgh, recurrentes visitantes al Servicio de
Inteligencia Nacional (SIN) de Vladimiro Montesinos. Guzmán aparecía en
el programa de Jaime de Althaus cada dos semanas, siempre brindando
información sobre la Bolsa de Valores. En otras oportunidades, comentaba
noticias económicas en los programas que por ese entonces tenían en CCN
Rosa María Palacios o Jorge Morelli. Palacios renunció en 1999 para
irse a RPP. Morelli se quedó en CCN.
En
1999 Guzmán entró a trabajar en el que sería su último centro de
labores antes de partir a Estados Unidos: gerente de Planeamiento e
Investigación del Banco Banex, cargo que necesariamente tenía que ser
ratificado por los accionistas. Como se sabe, Banex tenía como
principales accionistas a las familias Tizón y Ormeño y a Ernesto Schütz
Landázuri, otro visitante recurrente a la salita del SIN. En noviembre
de 1999 Banex fue declarado en quiebra. Guzmán armó maletas y partió a
Washington, de donde volvió con la firme convicción de llegar a Palacio.
Lo primero que hizo al pisar suelo peruano fue echar mano a su surtida
agenda de contactos.
El sionista Guzmán reconoció que el apoyo financiero de su ambición política proviene de sus “amigos” en Washington, D.C. entre los que destacan importantes sionistas. Lamentó que encuentre más “puertas abiertas” y más “amigos” en Washington que en el Perú.
El
tonto útil sionista explicó que su familia es estadounidense (!), pero
que también su familia es judía (!) porque la actual esposa es judía y
estadounidense. En ningún momento dijo que su familia fuera peruana,
porque, obviamente, no lo es. Considera que su familia está conformada
por la actual mujer y la hija procreada con ella. Debe recordarse que
Guzmán rescindió su anterior matrimonio con una dama peruana, con la que
tuvo dos hijas, para poder unirse con la actual mujer.
Pensar que este ingenuo se dice “peruano” y aspira a ser presidente del Perú...
El sionista Julio Guzmán, agente de los intereses israelitas en el Perú, reconoció que cuando regresó al Perú lo hizo con “valores diferentes” debido a lo que había “visto” en Estados Unidos y a la influencia de su esposa judía.
El
israelita Guzmán explicó que la gente alrededor de él y, en especial,
sus más cercanos colaboradores, pertenecen a lo que llamó “la comunidad
judía”. Dijo que para su campaña política tiene tres entrenadores judíos
y un mentor, también judío, y que eso no es mera coincidencia o
circunstancial, sino que refleja sus convicciones políticas.
El
sionista Guzmán defendió que el Perú subordine su política exterior y
su política económica a los intereses de potencias extranjeras como
Israel y Estados Unidos.
Feliz,
el israelita Julio Guzmán narra sus prácticas judías semanales del
Shabbat con el rostro iluminado por una sonrisa. Ante los electores,
este cínico politicastro se declara “católico”.
Que
quede claro que no se critica que practique una determinada religión
sino que se presente ante los votantes como seguidor de una religión
distinta, en acto embustero de frío cinismo.
Con el financiamiento de capitalistas judíos, el sionista Guzmán ha improvisado la apertura de una serie de locales del club electoral Todos por el Perú.
Fuente: Entrevista del rabino Mark S. Golub
Jewish Broadcasting Service (Servicio Judío de Radiodifusión)
Programa: L' Chayim
Julio 20, 2015
Jewish Broadcasting Service (Servicio Judío de Radiodifusión)
Programa: L' Chayim
Julio 20, 2015
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