El comandante general del Ejército, Paul da Silva, calificó como “cables de la infamia” a los documentos enviados a EEUU por el exembajador de ese país en Lima, Michael McKinley, que lo vinculan con el narcotráfico, y dijo que evalúa denunciar penalmente a dicho diplomático por este hecho. “Es un cable de la infamia; el embajador debió denunciar esto ante el Ministerio Público, el Ministerio de Defensa, el comandante general del Ejército, o la Comisión de Defensa del Congreso, y no lo hizo (…) Me reservo el derecho de denunciar penalmente al embajador, que ha sido el promotor de esta infamia”, remarcó.
Da Silva explicó que en 2007 lo llamó el entonces jefe del Ejército, Edwin Donayre, para recibir al entonces director de la Cámara de Pesca, Rolando Velasco. “No tuve ninguna reunión privada. Fuimos a la Cámara de Pesca en Piura, con comandantes y personal de tropa, para que ellos presenten por escrito una opinión de que si era factible comprar pota para el Ejército”, señaló.
Asimismo, dijo que entonces no sabía que “Velasco estaba implicado con el narcotráfico”, y justificó su encuentro con él indicando que como funcionario público, está en la obligación de atender “a todo el mundo”.
Da Silva también pidió a la Fiscalía que inicie o reinicie la investigación referida a este caso, y adelantó que en el Ejército se realizará una indagación profunda, “caiga quien caiga”, para determinar quién dio lo que llamó una “falsa información al embajador”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario