CHILE NO CONCEDERA A BOLIVIA UN ENCLAVE CON SOBERANIA
El gobierno chileno rechazó las propuestas para dar una salida al mar a Bolivia que impliquen dividir en dos a Chile, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno.
"Las alternativas que significan dividir el país en dos nos parece que no son las que van en beneficio de Chile", dijo Moreno en una entrevista difundida por Televisión Nacional.
"Las alternativas que significan dividir el país en dos nos parece que no son las que van en beneficio de Chile", dijo Moreno en una entrevista difundida por Televisión Nacional.
La postura del Ejecutivo de Sebastián Piñera busca "analizar todas las soluciones que le entreguen a Bolivia el mejor acceso al mar, pero siempre velando por los intereses de Chile, y ese interés nunca estará en dividir al país en dos", recalcó el canciller.
Una de esas propuestas, hechas en el gobierno de Michelle Bachelet, consistía en conceder a Bolivia un enclave sin soberanía en el litoral de la región de Tarapacá, en un área comprendida entre la Quebrada de Camarones y la ciudad de Iquique, al norte de Santiago.
Se trataba de una cala deshabitada en la que se podría construir un puerto para la salida de minerales de hierro y litio de Bolivia, así como una zona turística.
Al llegar a la presidencia, Piñera frenó esta propuesta y prefirió apostar por dar a Bolivia un corredor sin soberanía al norte del río Lluta, una franja de siete kilómetros entre la frontera con Perú y la ciudad chilena de Arica.
Chile considera un corredor sin soberanía para Bolivia .
Una de esas propuestas, hechas en el gobierno de Michelle Bachelet, consistía en conceder a Bolivia un enclave sin soberanía en el litoral de la región de Tarapacá, en un área comprendida entre la Quebrada de Camarones y la ciudad de Iquique, al norte de Santiago.
Se trataba de una cala deshabitada en la que se podría construir un puerto para la salida de minerales de hierro y litio de Bolivia, así como una zona turística.
Al llegar a la presidencia, Piñera frenó esta propuesta y prefirió apostar por dar a Bolivia un corredor sin soberanía al norte del río Lluta, una franja de siete kilómetros entre la frontera con Perú y la ciudad chilena de Arica.
Chile considera un corredor sin soberanía para Bolivia .
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, consideró posible una solución a la histórica demanda boliviana de una salida al mar con la cesión de un corredor sin soberanía al norte del río Lluta.
De acuerdo con informaciones publicadas por el diario "La Tercera", el gobierno chileno no está de acuerdo con la entrega de un enclave marítimo a Bolivia.
Piñera frenó la oferta de un enclave marítimo que su predecesora, Michelle Bachelet, pretendía firmar con Bolivia.
Se trataba de una idea que habían trabajado ambos países desde 2007: la posibilidad de un enclave boliviano sin soberanía en el litoral del país, al sur de la quebrada de Camarones y al norte de la ciudad de Iquique.
A mediados de 2009, Bolivia envió a la zona a un equipo técnico para ver en terreno las condiciones de este enclave, y dejó de manifiesto su interés por avanzar en este mecanismo.
Bolivia pedía cerca de 400 kilómetros cuadrados de territorio, un muelle para la exportación de minerales y la posibilidad de construir una zona urbana y turística en el lugar.
De acuerdo con fuentes oficiales, el problema de esa fórmula de enclave es que no tenía especificada la conexión de dicho lugar con Bolivia ni tampoco su proyección en el mar (12 millas de mar territorial y 200 millas de zona económica exclusiva que pertenecen a Chile).
Ni esa ni otras fórmulas parecidas figuraron en las conversaciones con Bolivia, que tuvieron lugar en La Paz entre delegaciones de ambas naciones el 14 de julio pasado.
Bolivia reclama una salida al Pacífico desde que, junto a Perú, fue derrotada en la Guerra del Pacífico (1879-1883), cuando ambos países perdieron miles de kilómetros de territorio y costas a manos de las fuerzas chilenas.
Al ser consultado sobre la posición del gobierno, el canciller Alfredo Moreno no quiso referirse a este tema, pero explicó en una entrevista televisiva que la fórmula de entregar un enclave a Bolivia no era la mejor porque dividía al país.
"Con Bolivia, nosotros queremos buscar todas las soluciones que cooperen con el acceso mejor de Bolivia al mar, pero siempre buscando el interés de Chile. Y el interés de Chile nunca va a estar en algo que divida al país en dos", precisó.
"Lo que buscamos es que el pueblo boliviano y el pueblo chileno estén mejor después del acuerdo y no peor", sentenció Moreno.
Trascendió que el gobierno apuesta a llegar a acuerdo con Bolivia, pero esperaría a que se resuelva la demanda marítima de Perú ante el Tribunal Internacional de La Haya y que Chile finalmente sortee en buenos términos ese litigio.
Mientras tanto, Santiago intentará seguir construyendo confianzas con su vecino sobre la base de avances concretos en el resto de la agenda de 13 puntos con La Paz, que incluye una variedad de temas, entre ellos, el reclamo marítimo boliviano.
Piñera ha ordenado avanzar en la construcción del tren Arica-La Paz, que estaría abierto en 2012, y otorgar facilidades en los puertos y almacenes de Arica y Antofagasta.
Santiago quiere evitar un quiebre en las conversaciones, ahora que el gobierno de Evo Morales ha aumentado la presión para que Chile presente "propuestas concretas, factibles y útiles" para resolver su demanda marítima.
Por eso, las autoridades chilenas han reiterado su positiva valoración sobre Morales como su mejor interlocutor, debido a su amplio respaldo interno, y también están preocupadas con lo que pueda pasar en el Tribunal de La Haya con el reclamo peruano.
Además, en 2012, la ciudad boliviana de Cochabamba será sede de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) y en Chile no olvidan lo que ocurrió en 1979, la última vez que el organismo hemisférico se reunió en una localidad en ese país.
Aquella vez, Bolivia introdujo la demanda marítima en una resolución de la OEA, que tuvo un respaldo mayoritario.
La semana pasada, durante una visita a Santiago, el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, dijo que era hora de que Chile hiciera propuestas concretas para buscar una solución al histórico diferendo.
En los últimos meses, el tema de la salida al mar para Bolivia ha sido parte del debate político en Chile, pero existe el criterio generalizado de que hay que buscarle una solución, pero sin otorgarle soberanía a Bolivia.
CORREDOR POR LA FRONTERA CON PERÚ
Políticos y militares chilenos pujan por salida marítima para Bolivia
Bolivianos en Ilo (Perú).| Foto ilustrativa - Efe Agencia
SANTIAGO DE CHILE |
Líderes del oficialismo y la oposición, además de las Fuerzas Armadas, abrieron el sábado en Chile un histórico debate público a favor de otorgar una salida al mar a Bolivia por la frontera norte del país, limítrofe con el Perú, según la agencia de noticias DPA.
"Desde siempre he sido partidario de un corredor soberano para Bolivia en la frontera con el Perú", dijo en un seminario sobre el tema el ex canciller chileno Mariano Fernández, de la opositora Democracia Cristiana.
"Hay que buscar un acuerdo amplio de integración, no sólo una salida al mar", agregó el ex comandante en jefe del Ejército, Luis Emilio Cheyre, quien dijo que ya no representa a su institución pero que la conoce bien, dados los lazos que mantiene con ella.
El jefe militar añadió que el problema con Bolivia no es geopolítico y que la pregunta no es cómo otorgar una cesión territorial a Bolivia, sino cómo ambos países construyen un plan global de integración que otorgue "paz perpetua".
El propio presidente chileno, Sebastián Piñera, sostuvo el martes que es necesario "buscar soluciones concretas, útiles y factibles al conflicto", recordaron varios de los presentes.
El senador de la Unión Demócrata Independiente, Pablo Longueira, uno de los mayores líderes oficialistas, pidió eliminar la agenda de los 13 puntos entre ambos países y abrir un diálogo sin límites. "¿Por qué algo debe quedar fuera?", preguntó.
El parlamentario de gobierno, aplaudido por los líderes opositores, insistió en su idea de plebiscitar los acuerdos que se logren en las negociaciones en curso con el Gobierno boliviano.
"Estoy redactando la reforma constitucional (para permitir ese tipo de consulta en Chile) y espero resolverla los próximos días", reveló el parlamentario.
Longueira, quien admitió que en su sector hay reticencias para un acuerdo territorial, dijo que hay que entender que el país más beneficiado con un eventual convenio será Chile y no Bolivia.
Su postura fue compartida por los demás líderes políticos presentes en el acto, realizado en el antiguo Congreso Nacional.
"Resolver este problema es una necesidad del desarrollo chileno", dijo incluso la presidenta del socialdemócrata Partido por la Democracia, Carolina Tohá, otrora vocera de la ex presidenta Michelle Bachelet.
Al respecto, el dirigente opositor Sergio Bitar, ex ministro de los presidentes Salvador Allende, Ricardo lagos y Michelle Bachelet, sostuvo que la solución del tema es clave para mejorar la integración al mundo del norte chileno, en especial con el sudeste asiático.
"Por ello estamos disponibles para un respaldo al gobierno" de Sebastián Piñera si éste decide avanzar en una salida al mar para Bolivia, confesó.
"El gobierno debe sentirse apoyado", añadió Longueira, quien pidió "coraje" a la clase política chilena para encarar el tema, que no genera ganancias electorales en Chile. "Hay que informar a la ciudadanía", dijo.
Con matices, todos los presentes coincidieron durante las casi tres horas de debate en que la única salida viable para Chile es entregar un corredor a Bolivia por el norte del país en la frontera con el Perú.
Las diferencias, no definitivas según dijeron los propios expositores, están en si ese corredor debe ser con o sin cesión de soberanía y si debe haber compensaciones territoriales para Chile.
La opción preferente planteada por los líderes chilenos abrió la discusión sobre la participación del Perú en los acuerdos, debido a que ese país debe aprobar una cesión territorial de Chile a Bolivia si esta colinda con su frontera, según el Tratado de 1929.
En ese marco, los líderes chilenos plantearon que aunque se siga avanzando en los acuerdos con Bolivia, ningún pacto puede realizarse antes de un año y medio.
"O sea cuando concluya el juicio entre Chile y el Perú por la frontera marítima, que es seguido en la Corte Internacional de La Haya", coincidieron los dirigentes.
No obstante, todos apuntaron a que no es posible desaprovechar el actual momento de entendimiento entre ambos países, considerado el mejor de la historia.
Longueira, de derecha, dijo que hay dos condiciones especiales. Por un lado, que Bolivia es dirigida por un dirigente "excepcional" como Evo Morales y por otro que Chile es gobernado por la derecha, el sector más reacio a un acuerdo.
"La responsabilidad es nuestra", asumió el líder conservador ante los opositores de centro izquierda.
En ese ambiente, varios de los presentes señalaron que es Chile, por su mayor nivel de desarrollo, el país que debe hacer los mayores esfuerzos para construir una agenda amplia de integración.
"Debemos ser generosos", concluyó el ex viceministro de Relaciones Exteriores, Angel Flisfisch
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