Chile está
sudando frío ante un posible ataque peruano sorpresa e incluso han
diseñado una infografía en el que se detalla cómo invadiría el Perú su
país.
Según los
chilenos, serán dos áreas de conflicto: la primera, comprendería el mar
en litigio, Tacna e Iquique. La segunda asumen que será parte de Tacna,
Puno y Parinacota, en Chile.
En el primer
escenario entrarían en acción nuestras fragatas, corbetas y submarinos.
Los buques peruanos utilizarían misiles antibuque y baterías antiaéreas
Otomat como Exocet y los Aspide, que son antitanque.
Se movilizarían
como un enorme rodillo de hierro más de 500 tanques, entre ellos los
T-90 rusos junto con la agrupación de artillería José Gálvez y la 3ª
Brigada de Blindados, así como la 3ª Brigada de Caballería, la 3ª de
Artillería y la Comandante Espinar No.19, que se encargarían de ocupar
desde Arica hasta Pisagua.
El cielo se
ensombrecería con nuestros MIG-29 repotenciados; los Mirage 2000P y 5P,
además de los Sukhois-25 A, siendo casi medio centenar de cazas cayendo
como avispas sobre las tropas y ciudades chilenas, haciendo llover
misiles SA-3 GOA y SA 2 Guideline y los Javelin como los SA-7
(tierra-aire).
Como apoyo entrarían a tallar los helicópteros MI-8 y MI-17, 24 y 25 artillados, que sumarían también casi medio centenar.
Huaico
Como un huaico
caerían sobre Putre y Parinacota (noreste de Tarapacá) la 4ª y 5ª
Brigada de Montaña y la recién creada 6ª Brigada de Fuerzas Especiales,
así como la Brigada de Caballería 40, 39 junto a la Compañía Especial de
Comandos 115.
Este ataque
masivo tendría como objetivo en el primer escenario la 4ª y 5ª Brigada
de Montaña y la 1ª Brigada de Fuerzas Especiales chilenas y al final, en
un ataque combinado, acabar con la 1ª División de Operaciones
Terrestres, el regimiento reforzado 1 Calama, el Batallón de Infantería
15, el Grupo de Artillería 10 y, lo más importante, su 1ª Brigada Aérea,
que comprende el Grupo de Aviación 1 (A/T.36, A-29 Super Tucano), N° 2
(Beech 99, C-212, PA-28 y Bell412EP), N° 3 (F-16), N° 24 (Javelin,
Mistral, FAM-2M) y el Grupo de Detección y Electrónica N° 34.
Los chilenos
temen que el ataque desde Puno sea una distracción para dividir sus
fuerzas y asumen el ataque desde la costa por aire, mar y tierra.
Dado que nuestra fuerza militar presenta algunos límites, el área de acción también sería limitado.
La tarea de los
comandos sería destruir sus principales bases aéreas y sus centrales
energéticas, a la que se antecedería un ataque aéreo masivo y sorpresa.