por César Vásquez Bazán
Una breve y sorprendente declaración de un militar leal y honesto.
“Pasé treinta y tres años y cuatro meses en el servicio [militar] activo como miembro de la fuerza militar más ágil de nuestra nación, la Infantería de Marina… Durante ese periodo dediqué la mayor parte de mi tiempo a ser un matón de primera categoría a órdenes de las Grandes Empresas, Wall Street y los banqueros… En pocas palabras fui un extorsionador al servicio del capitalismo… En 1924 ayudé a hacer que México, y especialmente Tampico, estuvieran asegurados para los intereses petroleros estadounidenses. Colaboré a hacer de Haití y Cuba lugares decentes para que los muchachos del National City Bank pudieran obtener sus ingresos. … Entre 1909 y 1912 ayudé a purificar Nicaragua para la firma bancaria internacional de Brown Brothers. En 1916, iluminé a la República Dominicana para los intereses azucareros estadounidenses. En 1903 ayudé a “enderezar” Honduras para las compañías fruteras estadounidenses. En 1927, en China, colaboré a que la Standard Oil obtuviera lo que deseaba sin ser molestada. Tuve… una abultada cartera de intimidaciones y extorsiones. Fuí recompensado con honores, medallas y promociones. … Pude haberle dado algunos consejos a Al Capone. Lo mejor que él pudo hacer con sus “empresas” fue obtener dinero, intimidando en tres ciudades. Los Marines operaban en tres continentes”.
Mayor General Smedley D. Butler.
Discurso ante los miembros de la American Legion.
Connecticut, 21 de agosto de 1931
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