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Por Alfredo Palacios Dongo
Hoy día 8 de octubre se celebra el 132° Aniversario del Combate Naval de Angamos, fecha de júbilo nacional que nos invita a recordar la figura del Gran Almirante del Perú, Miguel Grau Seminario, un hombre cuyo comportamiento es digno de resaltar como mensaje de ejemplo por ser honra y gloria del Perú y del mundo y cuya cabal efigie adquiere mayores relieves en el transcurso del tiempo. Marino, héroe, ciudadano, político, estratega, ideólogo, líder, de cuyo accionar se rescata el mensaje que con su vida nos legó. Su ejemplo es una fuente de altura, de carácter, de elevados y superiores reflexiones y estímulos que nos dejan un transcendente legado, no solo de sacrificio y entrega como el héroe que se inmoló en defensa de la patria en el Combate de Angamos, sino también por su testimonio de vida y su manifiesto sentido del deber y de servicio a la patria.
Como político, siendo diputado por la Provincia de Paita, se desempeñó como parlamentario entre 1876 y 1878, con una actuación digna demostrando gran responsabilidad e integridad, tanto en los temas vinculados a la Marina –ejerció la presidencia de la comisión de Marina– como sobre diferentes materias de interés nacional. Como líder con su capacidad de convocar, orienta y dirige a sus subalternos logrando cumplir los objetivos propuestos por él y por la patria. Su capacidad de movilización e influencia no se fundamentaba en su autoridad y poder legal formalmente recibido, sino en una relación de adhesión espontánea y voluntaria de quienes trabajaban a sus órdenes. Su sola presencia era suficiente para amalgamar voluntades positivas en torno a un objetivo.
Su profunda convicción sobre el deber que se impuso Grau como forma de vida cotidiana lo condujo por el camino del heroísmo y del sacrificio. Ante la inmensa superioridad de fuerzas de la escuadra chilena con respecto a la peruana, Grau, como presagiando lo que el futuro le deparaba dijo: “si llegase el caso, el Huáscar cumplirá con su deber, aun cuando tenga la seguridad de su sacrificio”. Nuestro máximo héroe nacional consagrado como “El peruano del Milenio”, es un paradigma, una imagen histórica que nos dejó un profundo legado de heroísmo y sacrificio superior, una grandeza de sentimientos, un conjunto de virtudes del más alto valor religioso, moral y ético y un ejemplo del significado del cumplimiento del deber, que todos debemos imitar.
Bajo este panorama cabe resaltar la importante iniciativa de la Marina de Guerra del Perú, con auspicio de la empresa privada, por el lanzamiento de la campaña “Somos Grau, Seámoslo Siempre” con el fin de desarrollar valores cívico patrióticos dentro de nuestra sociedad, y promover, con el trascendente legado de nuestro máximo héroe Miguel Grau, la identidad nacional, una conciencia histórica de integración y unidad, así como un estímulo de fe en el destino de nuestra patria.
Publicado en el diario EXPRESO, de fecha 8 de octubre de 2011
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