Nathanael Kapner, un judío converso al cristianismo, acusa a la banca sionista de haber complotado contra el líder libio Muamar Qaddafi por haber desafiado los poderosos intereses que mueven en el mundo.
El siguiente es un artículo que Kapner escribió tras los últimos acontecimientos que terminaron con la muerte de Qaddafi:
Hermano Nathanael Kapner1
El brutal asesinato de Muammar Qaddafi por los insurgentes libios controlados por los sionistas es un ejemplo de lo que ocurre a los dirigentes políticos que desafían a los banqueros judíos.
Qaddafi se negó a secundar los propósitos del cartel banquero mundial de los Rothschild en cinco aspectos. Promovió:
• Un banco de la Unión Africana organizado por Qaddafi, con una moneda común. Aquí y Aquí.
• Un Banco Central Libio organizado por Qaddafi. Aquí.
• Activos de Qaddafi de 150 toneladas de oro. Aquí.
• Industria petrolera libia administrada por Qaddafi. Aquí.
• Reservas de agua (“oro azul”) administradas por Qaddafi. Aquí.
• Un Banco Central Libio organizado por Qaddafi. Aquí.
• Activos de Qaddafi de 150 toneladas de oro. Aquí.
• Industria petrolera libia administrada por Qaddafi. Aquí.
• Reservas de agua (“oro azul”) administradas por Qaddafi. Aquí.
En julio de 2011, Saif al-Islam, hijo y aparente sucesor de Muammar Qaddafi, declaró que no solo era el “oro negro” (petróleo) de Libia lo que deseaban los sionistas, sino el “oro azul” (agua) de Libia, el sistema acuífero nubio de 800 kilómetros de largo que está en el subsuelo libio.
El acuífero nubio es la única fuente de agua que queda en el norte de África y así es el centro de lo que se conoce como “guerras por el agua”.
Dos firmas francesas, las más grandes del mundo, Veolia y Suez S. A., dice Saif al-Islam, quieren apoderarse del acuífero nubio, con la expectativa de ganar incontables miles de millones de euros por los cultivos de alimentos que se siembren con esas aguas.
Veolia y Suez S. A., como todas las corporaciones multinacionales, cuentan sin duda con fondos del capital financiero judío. Y Louis Dreyfus International, una firma judía francesa, sería aparentemente la que se haría cargo de negociar los productos agrícolas.
Saif al-Islam señala que todo préstamo del FMI y del Banco Mundial, ambos controlados por la judería sionista, se concede con la condición de que el país víctima venda sus recursos hídricos a inversionistas privados. Ver el artículo completo Aquí, Aquí, Aquí y Aquí.
Parece que el testimonio de Saif al-Islam contra la judería sionista ha sido silenciado para siempre, pues se informa que él fue rodeado por los mercenarios controlados por los sionistas el 20 de octubre de 2011, el mismo día en que su padre fue capturado e inmisericordemente asesinado2.
La principal amenaza o peligro de Qaddafi hacia el cartel bancario de la judería internacional fue su plan de una moneda común africana —el dinar libio basado en el patrón oro—, que habría reemplazado como principal unidad monetaria a todas las monedas creadas de la nada como el dólar estadounidense, la libra esterlina y el euro.
Los intereses bancarios judíos claramente estaban en peligro, considerando que el dólar es mantenido por el Banco Federal de Reserva de los EE. UU., controlado por judíos; la libra esterlina británica, por el Banco Central de Inglaterra, controlado por judíos; y el franco Francés, por el Banco de Francia, controlado por judíos.
¿Sorprende entonces que los tres principales agresores de Libia —los EE. UU., Inglaterra y Francia, con dirigentes comprados por el sionismo: Obama, Cameron y Sarkozy— alaben el brutal y sádicamente lento asesinato del jefe libio Muammar Qaddafi?
No, no sorprende, de ninguna manera. Ver la historia completa Aquí, Aquí y Aquí.
Sionistas sedientos de sangre
Exigiendo tropas en el terreno, el presidente judío del Consejo de Relaciones Exteriores de los EE. UU., Richard Haass, tras admitir que la invasión libia tenía por finalidad derrocar a Qaddafi con un “cambio de gobierno”, procuró la ocupación militar de Trípoli, la capital libia, operación a cargo de la OTAN (brazo armado de la Unión Europea), dirigida por los EE. UU.
En una rápida complementación del llamado al derramamiento de sangre por el que clamaba Haass, el neoconservador judío Philip Zelikov, exconsejero del Departamento de Estado y Presidente de la Comisión Investigadora de los Atentados del 11 de Setiembre de 2001, escribió expresando que “la caída de Qaddafi” desencadenaría una “primavera democrática” (léase gobiernos títeres de los judíos) en todo el mundo árabe.
Otra vez encabezando el mismo luctuoso alboroto, fueron las patrañas judías las que nos llevaron a la guerra de Iraq con sus mentiras acerca de las “armas de destrucción masiva”, esto es, el “Proyecto para Un Nuevo Siglo de los EE. UU.”, ahora reencarnado como “La Iniciativa de Política exterior”, que ahora urgía en su “Carta Abierta a los Republicanos de la Cámara de Representantes” que se realizara el derrocamiento de Muammar Qaddafi.
La relación de firmantes de la mencionada carta parece una lista de invitados a una fiesta de bar mitsváh3… esta vez muy sangrienta, por cierto:
Elliott Abrams, John Podhoretz, Robert and Fred Kagan, Lawrence Kaplan, Robert Lieber, Michael Makovsky, Eric Edelman, Kenneth Weinstein, Paul Wolfowitz, Randy Scheunemann. El artículo completo Aquí y Aquí.
Y, por supuesto, tenemos al jefe de la manada de ratas sionistas, el judío neoconservador William Kristol, que aparentemente dirige la política de asuntos militares de los EE. UU., según se evidencia en esta entrevista de Fox News: “No, no podemos dejar a Qaddafi en el poder y no dejaremos a Qaddafi en el poder”.
Kristol y sus congéneres judíos sedientos de sangre han visto ahora su sueño hecho realidad.
En violación del Derecho Internacional y de la prohibición de la Convención de Ginebra sobre prisioneros de guerra, Muammar Qaddafi está ahora entre los muertos resultado de asesinatos del sionismo.
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1 Predicador y publicista judío convertido al cristianismo.
2 No hay noticias seguras de que Saif al-Islam haya sido capturado o muerto, por lo que se presume que continúa combatiendo contra la agresión colonial.
3 Ceremonia de la religión judía, realizada en ambiente de mucha alegría, en que los muchachos, al cumplir los 13 años de edad, asumen ante la comunidad las responsabilidades y deberes de un adulto judío. Para las niñas la ceremonia equivalente es bat mitsváh.
Real Zionist News, 21 de octubre de 2011
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