LEONIDAS CANCHANYA JOAQUÍN
Enviado Especial
Un capítulo inédito de la lucha contra el narcoterrorismo que opera en el valle de los ríos Apurímac y Ene, conocido como VRAE, es la liberación, a sangre y fuego del distrito de Huachocolpa (provincia de Tayacaja, Huancavelica), por los comandos del Ejército, luego de haber permanecido por espacio de siete años como la plaza más importante de sembrío de hoja de coca, producción y exportación de clorhidrato de cocaína, controlado enteramente por las huestes del cabecilla Víctor Quispe Palomino “Camarada José”.
Para que se tenga una idea de la importancia de esta plaza para los narcoterroristas que tenían el control absoluto de la vida de Huachocolpa, baste saber que desde el 2000 aquí estaban las pistas de aterrizaje desde las cuales partían avionetas colombianas y brasileñas cargadas con drogas con destino a pistas ubicadas en puntos de las selvas de los citados países.
Por presiones y amenazas de los narcoterroristas, los pobladores de Huachocolpa habían renunciado a la actividad agropecuaria para reemplazarla por el cultivo de la hoja de coca, lo que dio lugar inicialmente al ingreso del Ejército, pero la base contrasubversiva fue desactivada por el gobierno de transición de Valentín Paniagua con la aprobación de los gobiernos posteriores de Toledo y García.
La situación fue aprovechada por las huestes de “José” para ingresar a Huachocolpa y controlarla totalmente. “José” ejercía entonces el mando político, Julia Danles Alvarado camarada “Olga” o “Valia” el mando logístico, Orlando Alejandro Borda Casafranca “Alipio” y Jorge Quispe Palomino (a) “Raúl” estaban a cargo del mando militar.
Huachocolpa fue convertida en centro de operaciones y desde allí controlaban toda la zona y el valle, donde instalaron también un potente equipo de transmisiones radiales.
Plan “Unchuchuco”
Pero no se crea que las operaciones militares para desalojar a los pelotones narcoterroristas enclavados en Huachocolpa fue un paseo de muchachos. Muy por el contrario, se trataron de incursiones verdaderamente heroicas, en la que los comandos expusieron sus vidas al ingresar en una madrugada de marzo del 2007, cuando el pueblo se hallaba tomado por las huestes de “José” y ser recibidos por ráfagas de fusiles automáticos disparados desde todas las direcciones.
Las operaciones habían sido cuidadosamente planeadas por el Ejército mediante el plan “Unchuchuco”, puesto en ejecución el 18 de marzo del 2007 al mando del entonces comandante, hoy coronel EP, Jaime Sánchez Polo, conocido por sus subalternos como el “Comando Chano”.
Este oficial, al frente de la patrulla “Negro” y 18 comandos bajo su mando, se instaló en Jauja, para desde aquí lanzar la operación que debía significar el rescate de Huachocolpa y la expulsión de los narcoterroristas.
“Chano” entonces, como ahora, estaba convencido de la victoria aplicando principios severos asimilados en la Escuela de Comandos y que él lo resume en la siguiente prédica: “Con un entrenamiento consciente, profesional y fuerte, conjugado con la sorpresa, el engaño y la rapidez, estaremos capacitados para cualquier misión y en las peores condiciones y en condiciones de desconcertar al enemigo y eliminarlo violentamente”.
En posesión de la información pertinente proporcionada por los informantes de inteligencia, la patrulla especial de combate, con sus integrantes camuflados de civiles, ingresaron al pueblo en la madrugada en busca del puesto de comando narcoterrorista para aplicarle un golpe sorpresivo y demoledor.
Rescate de “Chano”
Empero, como suele suceder, los dispositivos de seguridad de los narcoterroristas pusieron a estos en alerta y recibieron a los comandos con un nutrido fuego de fusilería. El coronel “Chano”, quien se encontraba como hombre de punta, recibió dos impactos de bala (uno en el cuello y el otro en el hombro, sufriendo la destrucción de la cabeza del húmero).
La patrulla fue puesta por sus atacantes en medio de una lluvias de balas y granadas. Los comandos al darse cuenta de la caída de su jefe, proceden a volver sobre sus pasos a rescatarlo y los encargados de hacerlo fueron los comandos “Cabana”, “Pizarro” y “Flash”, quienes protegidos por una cortina de fuego se lanzaron en busca del cuerpo de su jefe.
“Chano” se encontraba tendido en medio de un charco de sangre en una de las estrechas calles de Huachocolpa y en una primera incursión los comandos fracasan en su objetivo con el saldo de “Pizarro”, un sargento reenganchado, impactado por dos balazos, uno en la espalda y otro en la pierna derecha, mientras que por el lado de los narcoterroristas después se sabría que hubo cuatro muertos y por lo menos una docena de heridos.
En una segunda incursión, los comandos “Cabana” y “Flash”, protegidos nuevamente por una cortina de fuego, logran llegar hasta los cuerpos de “Chano” y Pizarro”, recogerlos y trasladarlos a una calle transversal, donde fueron socorridos por otros comandos y trasladados a un refugio seguro para brindarles auxilio.
Victoria total
En vista de la defección del jefe de la patrulla, “Chano”, su puesto es asumido por el comando “Marco”, quien reorganiza el ataque en minutos, extrema las medidas de seguridad para proteger preferencialmente a la población civil, en vista de la información sobre la llegada de refuerzos narcoterroristas para rechazar la presencia militar, y lanza la definitiva y demoledora acción, consiguiendo la victoria total
Amaneció y las calles de Huachocolpa eran una desolación, aún se podía observar los vestigios del humo de las explosiones de las granadas, a lo que se añadía un gélido frío propio de los 2.907 metros de altitud en que se encuentra localizado el pueblo.
Como era de esperarse, un helicóptero del Ejército llegó hasta el refugio de los comandos y evacuó a “Chano” y “Pizarro” al hospital de Huancayo y luego hacia el Hospital Central Militar de Lima.
“Chano” era el que revestía mayor gravedad. Permaneció internado 46 días, lapso en el que le fueron colocadas placas de titanio en reemplazo del húmero y omoplato destruidos por las balas de los narcoterroristas, lo que le valió para ser bautizado por sus compañeros comandos como “El Depredador”. Su rehabilitación duró ocho meses. Fue condecorado con la medalla “Andrés Avelino Cáceres al mérito por acción distinguida”.
Como resultado del asalto y rescate de Huachocolpa, además de los muertos y heridos terroristas, los comandos recuperaron fusiles, visores nocturnos, lanzagranadas y un aparato de radiocomunicaciones UHF y desde entonces la plaza fue recuperada totalmente por el Estado y reina la paz y tranquilidad, pilares en los cuales sus habitantes desarrollan sus esfuerzos para conquistar el desarrollo y el progreso.
El jefe de la patrulla “Negro”, plenamente rehabilitado, expresó su gratitud a los integrantes de su patrulla, en particular a los comandos “Marco”, “Cabana”, Pizarro” y “Flash”, que lo secundaron en la acción, así como a los entonces comandante general de la Región Militar Centro, general EP Otto Guibovich Arteaga, y comandante general del Comando Militar del VRAE, general EP Raymundo Flores Cárdenas, cuyos apoyos definieron el éxito del operativo, que salió como fue planeado y sin baja de las filas de la patrulla.
Ahora en el Huallaga
En el 2008, sintiéndose plenamente recuperado, pidió a su comando ser reasignado en el mismo VRAE, lo que le fue concedido y donde permaneció hasta fines del 2009.
Un capítulo aparte merece el trabajo del piloto del helicóptero que a pesar que no le quedaban horas de vuelo hizo un sobreesfuerzo para rescatar a los sobrevivientes.
Sánchez Polo, con su ensamblaje de titanio en el cuerpo, sigue en actividad esta vez al frente del Comando de la III Brigada de Fuerzas Especiales del Huallaga Central y por esta razón se ha convertido en uno de los peores enemigos del “Camarada Artemio”, cabecilla del narcoterrorismo que opera en esta zona y al que ha ofrecido capturarlo vivo o muerto.
Soldados de Honor.
VRAE: Por Ellos
Seguridad :::: El Ejército “siembra” la selva de comandos en busca de subversivos senderistas que asesinaron al comandante EP Esneider Vásquez en ataque a helicóptero en San Martín de Pangoa, Junín, hace quince días.
Imagen reciente de una de las 20 patrullas del Ejército “sembradas” en la inexpugnable selva.
El Ejército “siembra” la selva de comandos en busca de subversivos senderistas que asesinaron al comandante EP Esneider Vásquez en ataque a helicóptero en San Martín de Pangoa, Junín, hace quince días.
“Si no somos capaces de soportar un sacrificio, tampoco seremos capaces de obtener una victoria”.
Lema del Batallón de Comandos No 61.
El capitán EP Juan Vargas, 30 años, 2 hijos, ha ido y venido del infierno tantas veces que ya perdió la cuenta. Vargas pertenece al Batallón de Comandos No 61 de la Brigada de Fuerzas Especiales del Ejército e integra una de las 20 patrullas que operan en el inexpugnable Valle de los Ríos Apurímac Ene (VRAE).
Solo en este año ha participado en 4 misiones contraterroristas de un mes cada una. La semana pasada volvió a Lima, pasó unos días con su familia y ahora se alista nuevamente para retornar a la base de Pichari, en La Convención, Cusco, desde donde se planifica y dirige la batalla contra Sendero Luminoso.
En los próximos días, la patrulla de Vargas partirá de Pichari rumbo a Satipo, donde se unirá a otros equipos de comandos que han tendido un cerco en San Martín de Pangoa para cazar a los senderistas que atacaron al helicóptero MI-17, serie EP 617, y asesinaron al comandante EP Esneider Vásquez y al capitán EP Jenner Vidarte, el pasado miércoles 14 (CARETAS 2199).
Vargas recuerda muy bien a Vidarte. “Fue el último en morir”, dice. Su patrulla fue ‘sembrada’ en una zona conocida como Flora, en San Martín de Pangoa. Inteligencia alertó que allí se encontraba una ‘base’ senderista, pero el dato no pudo ser corroborado. Vidarte y sus hombres solicitaron ser ‘extraídos’ del terreno 5 días después de haberlo recorrido sin éxito. Cuando el helicóptero MI-17 llegó, Vidarte hizo subir a toda la patrulla primero y cuando él se disponía a abordar la nave, los subversivos abrieron fuego, matándolo.
En los 2 años que lleva en el VRAE, Vargas ha visto morir a varios de sus compañeros de armas. Informes del Comando Conjunto de las FFAA indican que, desde el 2008, han muerto 60 soldados en unas 25 emboscadas terroristas. Los heridos llegan a la centena. Muchos de ellos han quedado lisiados de por vida: ciegos o mutilados. Es el costo de una guerra que se desarrolla casi en penumbra. En un terreno hostil que los terroristas conocen a la perfección y donde la única certeza es que la muerte acecha a cada paso.
OPERACIÓN ‘CERROJO’
Las 20 patrullas están compuestas por entre 10 y 20 comandos cada una y realizan unas 10 “misiones” por año. La temporalidad de cada operación se determina de acuerdo a su importancia: puede durar 5 días o 1 mes.
Los operativos van desde la ubicación y captura de una ‘columna’ senderista hasta el rescate de soldados heridos o muertos. Inteligencia de las FF.AA. establece el “objetivo” y las patrullas son “sembradas” por los helicópteros en un punto determinado a lo largo de los 7,900 km2 del VRAE.
“Todos sabemos a lo que vamos, es parte del trabajo. El que menos lleva su rosario o una cruz”, indica el capitán Vargas. “Yo me mentalizo cuando estoy adentro. No te olvidas de la muerte, claro. Pero combatir es la prioridad”.
Las cuencas de los ríos Apurímac, Tambo, Ene y Pachitea son “peinadas” por las patrullas EP. La localidad de Pichari es la base matriz.
El escenario de guerra juega en contra de los comandos. El VRAE comprende tres departamentos, Ayacucho, Cusco y Junín, y cada zona reúne su propia complejidad. En el monte, las lluvias son bíblicas y el terreno es fangoso. Los árboles alcanzan los 30 metros de altura e impiden pasar la luz del sol. Hay niebla y abundan los insectos, las serpientes y los murciélagos. Este año, al menos 7 comandos del Ejército contrajeron la uta en el VRAE.
Los comandos caminan de noche, llevando cada uno 30 kilos en la espalda, entre víveres, ropaje y armamento. Se desplazan por los parajes más inaccesibles para evitar al enemigo y se turnan al dormir. Llevan radios y localizadores GPS. Aún así nada garantiza el éxito de las misiones.
Los senderistas dominan el monte y están bien armados: poseen fusiles AKM, FAL, Galil y PKM, calibre 7.62. Su estrategia ha cambiado. Evitan los enfrentamientos cuerpo a cuerpo con las patrullas y se dedican, más bien, a hostigar a los comandos con minas y francotiradores apostados en los árboles.
Pocas veces los comandos logran ver a sus atacantes. Vargas recuerda que, en junio del 2009, vio a 2 senderistas jóvenes disparando contra su patrulla en momentos en que un helicóptero se disponía a recogerlos en Sanabamba, Ayacucho. “De pronto oí como cuando haces Popcorn. Así suenan las balas de AKM. Le dieron al helicóptero y mataron a uno de mis compañeros de 2 tiros en la cabeza. Lo vi caer. Me tendí de bruces porque las balas rebotan en el suelo y te pueden dar. A un soldado le cayó una de esas balas en la nalga. Yo me arrastré hacia donde un compañero que tenía un lanzagranadas y disparamos. Ellos continuaron. Nos rescatamos tras 2 horas de tiroteo”, contó.
En algunos casos, como en la emboscada de Choquetira, en Cusco, el pasado 4 de junio, el enfrentamiento entre senderistas y comandos duró 14 horas.
Los comandos alegan que los senderistas recogen a sus muertos y por eso no hay cifras de sus bajas. “De lo contrario, el jefe de patrulla tendría que comunicarse con la base de Pichari para que un fiscal se apersone al lugar y levante un acta. Y los fiscales se resisten a ir al VRAE”, dicen los comandos.
El ex jefe del Ejército, general Otto Guibovich, asegura que el soldado peruano es reconocido por ser “austero, estoico y efectivo”. Es cierto, los soldados que combaten en el VRAE se dirigen rumbo a la muerte –sin la logística adecuada y en pesados helicópteros que son blancos fáciles para los senderistas–, con la única convicción de derrotar al enemigo y volver a casa.
El presidente Ollanta Humala declaró en su mensaje del 28 de julio que la guerra del VRAE es una “prioridad” y una de sus primeras medidas ha sido unificar la inteligencia de las FF.AA. y la Policía para obtener mejores resultados. Prometió también incrementar el presupuesto del Comando VRAE y esto es fundamental para evitar más muertes, según Guibovich. “Las tropas que combaten en el VRAE desarrollan una tarea titánica”, recordó. “Hay peruanos notables que retan la muerte por la sociedad. Nunca los olvidemos”. (Américo Zambrano)
OLLANTA BAMOS A LA GUERRA CON CHILE Y NOS VAMOS HASTA PUNTA ARENAS
ResponderEliminarEL EJERCITO PERUANO TIENE ENTRENANDO EN UNA GUERRA REAL HACE 30 AÑOS EN EL FRENTE DEL BRAE
LOS CAGONES DE LOS ROTOS SOLO ESTAN ESUSTADOS Y ESTAN QUE COMPRAN MATERIAL DE GUERRA NO LES SIRVE DE NADA POR QUE AHORA NO VA ESTAR LOS DELINCUENTES DE LOS INGLESES COMO EN EL 1879.
NO ARRUGUES OLLANTA
LOS CHILENOS NO SOPORTAN UNA SEMANA DE GUERRA ABIETA
ResponderEliminarPOR QUE SU RECURSO NO DA.
ACUERDENSE DE ECUADOR EN UN SIMULACRO DE GURRA Y NO SE RECUPERA HASTA AHORA Y EL PERU NI CUENTA SE DIO DE QUE UVO GUERRA
BAMOS OLLANTA NO ARRUGUES
HACEMOS PARIR A LAS CHILENAS
POR QUE AHORA NO BA A PARTICIPAR INGLATERRA POR QUE ESTAN CAGONES EN SU ECONOMIA EN 24 HORAS LLEGAMOS HASTA PUNTA ARENAS Y LOS COLONIZAMOS.
NO SEA COBARDE OLLANTA
UN SOLDADO VETERANOS DE GUERRA
Racionamiento de electricidad en Chile
ResponderEliminarPrensa Minera (Chile), 27-12-2011
http://prensaminera.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=5206:linea-de-transmision-de-collahuasi-bajaria-tension-de-crisis-en-el-sing-&catid=48:energia&Itemid=70
En chile no hay agua ni luz...revisen sus noticias.
ResponderEliminarCHILE SE ESTA SECANDO...
Viva el Peru y sus Gloriosas FUERZAS ARMADAS, CARAJOOOO!
ResponderEliminarTenemos que declararle la Guerra a ese pais de Mierda que no sirve para nada, Cojones tenemos de sobra y yo con el mayor placer del mundo me enlistaria para marchar sobre ese apestoso pais. Gloria a nuestros Heroes que dieron, dan y daran sus vidas por nuestra Gloriosa Nacion, VIVA EL PERÚ!!
ResponderEliminarviva el peu carajo chile es una mierda no vale nada eso si le digo no estamos en el 1978 si no en la era de 2012 te amo peruuuuuuuuuuu
ResponderEliminarVIVA EL PERU CARAJO
ResponderEliminarEsos si son verdaderos soldados ya me imajino como seria relatos de los comandos chilenos seria algo asi :
ResponderEliminary vimos rambo 4 mis compañeros y yo al atardecer jugamos al call of duty 3 y ninguno de nosotros cayo frente a los feos de los peruanos Por la rrazon o por la fuerza arriba Chile XD
Los chileasnos solo se inventan historias que se la creen ellos mismos nada más.
ResponderEliminarOYE ANIMAL...CHILE NOS PERTENCE ROTO BABOSO!!!!
ResponderEliminarY SEREMOS CADA VEZ MAS Y MAS...CHILENOS MOJONES DE LA NATURALEZA.
ResponderEliminarDa orgullo verlos luchar con el poco apoyo que el Estado Peruano les brinda ............. EXITOS.........
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