Un nuevo cable filtrado por Wikileaks y difundido por el diario El País de España, revela que no sólo el dirigente aprista Jorge Del Castillo, sino el ex ministro del gobierno de Alejandro Toledo, Fernando Rospigliosi, acudió en noviembre del 2005 junto a Rubén Vargas, ex director de la Defensa Nacional, a la embajada de los Estados Unidos en Lima para confabular contra la candidatura del líder nacionalista Ollanta Humala.
El documento detalla que el embajador estadounidense, James C. Struble, rechazó implicarse "en campaña de información o comentarios en contra de Humala", pero Struble califica a Humala como "fascistoide" y concuerda con las mismas preocupaciones de Rospigliosi, según el documento.
También señala el documento que Humala tenía su bastión político en el sur y algunas zonas del norte del Perú, en donde explotaba "sentimientos antichilenos y antiecuatorianos".
El cable manifiesta que Rospigliosi califica a Humala como un capitán del Ejército en retiro que tenía la mentalidad del "típico militar" y "poca comprensión de los matices políticos", pero admite que su esposa Nadine Heredia, licenciada en periodismo, sabía cómo llegar al público.
Rospigliosi y Vargas temían que una victoria de Evo Morales en Bolivia (ocurrida en diciembre de 2005) tenga un efecto en el Perú y beneficiar a Humala, según el informe de Struble.
Este lunes Humala se reunió con la embajadora estadounidense en Lima, Rose Likins, quien lo había citado para informarle de los cables de Wikileaks referidos a él.
Tras la reunión, Humala aseguró que Likins le informó que uno de las cables filtrados daba cuenta que funcionarios del gobierno de Alejandro Toledo pidieron el apoyo de los Estados Unidos para realizar una campaña su contra su candidatura.
Pero al día siguiente Likins extrañamente señaló que lo dicho por Humala no se ajustaba a la información que le proporcionó.
Rospigliosi propone forma de atacar a Humala
Otro punto resaltante del cable es que los dos confabuladores, Rospigliosi y Vargas, llevaron dos sugerencias a la embajada estadounidense para atacar a Humala.
Una de las sugerencias fue que la empresa de comunicación Nexum, que hacía monitoreos de medios para la embajada, incluyera las noticias sobre Humala en las zonas cocaleras, para "medir mejor su influencia/popularidad" en esas zonas rurales, ignoradas por los medios nacionales y las encuestadoras. La segunda, que la legación considere la posibilidad de "apoyar un programa de comunicaciones antiHumala".
Struble señala en su informe que comparte muchas de las preocupaciones sobre el "despunte de Ollanta Humala en las encuestas y la posibilidad de que, después de las elecciones de 2006, asiente una fuerte base proEvo y proChávez". Sin embargo, dijo que la Embajada no tiene la intención de hacer "campañas de información o comentarios antiHumala". Eso le corresponde a los partidos políticos locales, enfatizó el diplomático.
¿Será cierto que la embajada no hizo nada?
Cabe señalar que los Estados Unidos, a través de la y la AID, mantiene a una serie de ONG que cuentan entre sus huestes a los llamados “caviares. Estos traidores sirvientes a sueldo, que se autoproclaman como “intelectuales independientes”, tienen presencia en los medios y no sería de extrañar que hayan prestado su palabra mercenaria a los dictados de la embajada estadounidense, porque, si Struble tenía ética y respeto por el Perú, ¿por qué tendría que dar oídos a un confabulador que propone injerencia en la política interna de nuestro país?
¿Rospigliosi agente de la CIA?
Por último, hace años circulan rumores que sugieren que Fernando Rospigliosi es un agente de la CIA, lo cual bien podría sustentarlo este cable. ¿Por qué el embajador daba oídos a un sujeto que proponía pisotear la soberanía peruana mediante la interferencia en el proceso electoral de 2006, para burlar la voluntad ciudadana?
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