CESAR BENAVIDES CAVERO (*)
El otrora ex ministro del Interior Fernando Rospigliosi del hoy candidato Alejandro Toledo a las elecciones presidenciales, ha aparecido en todas las portadas periodísticas como el “informante de la embajada norteamericana” o mejor dicho, el soplón o felipillo incaico para los gringos, gente que aparentemente él detesta, dizque por ser estos los mercantilistas y opresores de las sociedades latinoamericanas y del mundo entero.
Lo grave de esta situación es que él acepta que lo afirmado en los cables es verdad y que él y su partner Rubén Vargas, ex director de la Oficina de Defensa Nacional, son los protagonistas del insólito pedido a los consejeros políticos de la embajada de USA que deberían iniciar una campaña “sucia” en contra del candidato nacionalista Ollanta Humala el 18 de noviembre del 2005.
Con la finalidad de detener la influencia de Hugo Chávez en la campaña electoral de aquella época, se cuida de no involucrar al hoy candidato Toledo, al decir que este último no sabía nada y ellos fueron por su propia cuenta y riesgo. Sin embargo, es sabido y conocido que ambos ladinos colaboran directa e indirectamente en el Plan de Gobierno del sátrapa Toledo. Hasta aquí todo quedaría en un asunto doméstico en nuestro país, pero si analizamos un poco más, veremos cómo es la relación de estos camaleónicos zurdozos a quienes el liberalismo yanqui les apesta. Debemos de investigar más allá porque hasta donde conocemos estos “caviarongos” comandados por el inefable Rospigliosi hasta han sido becados por el Centro de Estudios Hemisféricos para la Defensa del gobierno norteamericano para realizar estudios de estrategia para la defensa continental.
Se han infiltrado hasta en los servicios de inteligencia del Perú por haber sido su jefe máximo en algún momento. Aquí tenemos dos ejemplos, el cuestionado Rospigliosi y el ciudadano Rubén Vargas. Nadie con dos dedos de frente les va a creer que no obtienen nada a cambio de algo (dan información falsa o verdadera), sino que debe existir alguna manera de coerción sobre el candidato “amigo” al que apoyan. Hay que tener mucho cuidado a la hora de elegir a nuestro próximo gobernante y no lo decimos por embarrar a algún candidato y pretender favorecer a otro. Somos ajenos a la “politicastrería” peruana, y lo que único que hacen es ensuciar la política en nuestro país con la complacencia del gobierno Norteamericano; porque hasta donde sabemos limpian al que quieren y ensucian al que no quieren. Para esto utilizan las medias verdades y la política del ministro de Joseph Goebbels: “miente, miente que algo queda”. Con estas afirmaciones no pretendemos desestabilizar el proceso electoral de nuestro país, sino que estamos informando a la ciudadanía cómo actúan otros gobiernos (USA) inmiscuyéndose en la política interna de nuestro país, manipulando la información, juegan con la población; y, por ello, mucho les interesa que nuestros ciudadanos sigan en la pobreza cultural y social en la que casi todos los gobernantes nos han dejado. (*) Director de Conferencias e Informática Jurídica del CAL e integrante del Instituto Peruano de Criminalística y Pericias
Se han infiltrado hasta en los servicios de inteligencia del Perú por haber sido su jefe máximo en algún momento. Aquí tenemos dos ejemplos, el cuestionado Rospigliosi y el ciudadano Rubén Vargas. Nadie con dos dedos de frente les va a creer que no obtienen nada a cambio de algo (dan información falsa o verdadera), sino que debe existir alguna manera de coerción sobre el candidato “amigo” al que apoyan. Hay que tener mucho cuidado a la hora de elegir a nuestro próximo gobernante y no lo decimos por embarrar a algún candidato y pretender favorecer a otro. Somos ajenos a la “politicastrería” peruana, y lo que único que hacen es ensuciar la política en nuestro país con la complacencia del gobierno Norteamericano; porque hasta donde sabemos limpian al que quieren y ensucian al que no quieren. Para esto utilizan las medias verdades y la política del ministro de Joseph Goebbels: “miente, miente que algo queda”. Con estas afirmaciones no pretendemos desestabilizar el proceso electoral de nuestro país, sino que estamos informando a la ciudadanía cómo actúan otros gobiernos (USA) inmiscuyéndose en la política interna de nuestro país, manipulando la información, juegan con la población; y, por ello, mucho les interesa que nuestros ciudadanos sigan en la pobreza cultural y social en la que casi todos los gobernantes nos han dejado. (*) Director de Conferencias e Informática Jurídica del CAL e integrante del Instituto Peruano de Criminalística y Pericias
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