redactor: Víctor Alvarado
La incorporación de la mujer andina a la resistencia contra la invasión militar chilena no fue un hecho casual o coyuntural, sino una práctica milenaria, pues en el decurso de la historia andina siempre estuvo al lado de su cónyuge, padres y hermanos soldados o combatientes, caminando al final de la tropa como si fueran un regimiento más, lo que motivó a los invasores lanzados contra el Perú por la clase oligárquica anglo chilena a motejarlas de"rabonas".
En los tiempos del Tahuantinsuyo se le conoció con el nombre de"panakuna", lo que literalmente sería "compañero del combatiente", y según lo han glosado los cronistas españoles, entre ellos Miguel Cabello de Valboa, una "panakuna"representativa sería Mama Huaco, mujer de Manco Cápac, que oficiaba de valiente capitán y conductora de ejércitos.
Nuestra historiadora María Rostorowski en obra "Historia del Tahuantinsuyo", en el capítulo "La leyenda de los hermanos Ayar", la define como el prototipo de la mujer varonil y guerrera, en oposición a Mama Ocllo, segunda pareja de Manco Cápac.
Los cronistas encuentran a las "panakunas" entre las mujeres guerreras listas para ocupar el Cusco en el s. XIII, en la guerra contra los Chancas comandadas por la princesa Chañan Coricoca para defender el Cusco e incluso entre las huestes del Tupac Inka Yupanqui para dirimir las sangrientas luchas internas por la sucesión del Imperio.
Heroínas
Posteriormente, estuvieron en primera fila, como líderes combatientes, en la luchas anticoloniales contra la dominación española, que como lo ha confirmado la historia, tuvieron un desempeño sobresaliente, a la misma altura que sus pares varones.
Por ejemplo en la Revolución de Tupac Amaru II, Micaela Bastidas y Tomasa Tito Condemayta, protagonizaron episodios emblemáticos hasta su dolorosos holocaustos el 17 de mayo de 1781, en que fueron ejecutados por los españoles en la plaza de armas del Cusco, al lado del inspirador de la más grande rebelión independentistas, Túpac Amaru II, descendiente directo de Túpac Amaru I, el último Inca que resistió a los invasores españoles en Vilcabamba.
Más allá de nuestras fronteras, en Bolivia, en la lucha contra la dominación española, destacó Bartolina Sisa, esposa de Julián Apaza (Tupaj Katari), una versión boliviana de Tupac Amaru II, en la organización del levantamiento indígena hasta sucumbir junto al caudillo en el asedio de Potopoto (actual Miraflores) donde fue capturada y ahorcada junto al Tupaj Katari.
“Mamacha”
En la resistencia contra la invasión militar chilena (1881- 1883), las"rabonas" muy pronto escalaron a posiciones de liderazgo y la primera, fue sin duda la "Mamacha" Antonia Moreno de Cáceres, quién sin ser de procedencia andina, pero profundamente influida por el sentimiento rebelde de su esposo quechuablante, el general Andrés Avelino Cáceres, asumió la tarea de recolectar armas y reclutar voluntarios en el comité instalado en la retaguardia, en Lima, lo que llegó a hacerlo de manera eficiente.
Nuestros historiadores recuerdan a las primeras "rabonas"anónimas llevando las mochilas y utensilios de cocina, sin tener asignación de ración, porque se alimentaban con la porción asignada a sus familiares varones combatientes.
Desde los tiempos de la lucha contra la Independencia y luego contra los invasores chilenos, las "panakunas" o "rabonas" eran las encargadas de colaborar en el levantamiento de los campamentos, de colectar y cuidar el agua, cocinar lo que correspondía al número de enlistados, atender a los heridos, enterrar a los muertos y, llegado el momento, si sus esposos o familiares directos caían en combate, empuñaban las armas para continuar la batalla.
En la lucha contra la invasión militar chilena, en el lapso que va desde el inicio de la campaña terrestre chilena en territorio peruano, que va desde el desembarco en Pisagua (02 noviembre de 1879) hasta el asalto chileno al Morro de Arica (07 junio de 1880), en que los invasión pasan a ocupar el país, "las rabonas", no llegaron a ocupar posiciones de liderazgo y más se constriñeron a desempeñarse como esposa, enfermera, y eficaz colaboradora.
Inkarri
A partir de Arica, en que la invasión chilena pasó a la etapa de ocupación territorial, las mujeres peruanas inician un proceso gradual de asunción de responsabilidades, que se manifestarían plenamente en la Campaña de la Breña.
En esta etapa de la Resistencia, tuvieron un comportamiento protagónico, pues sentían al invasor como un usurpador de sus tierras, a la que llaman y siguen llamando: la Pachamama, a la que debían defender frente a los invasores y al que debían combatir y expulsar.
Más aún, las "panakunas" o "rabonas" vieron en esta lucha al"Tayta" Cáceres como el "Inkarri", es decir el Inka que retornaba a reunificar a los pueblos quechuahablantes y devolverle su dignidad, vilipendiada primero por los colonialistas españoles, luego por los"mistis" blancos que ocuparon el lugar de estos, y ahora por los"invasores chilenos".
En efecto, un rápido repaso de la Campaña de la Breña, iniciada desde que el "Tayta" Cáceres abandonó la Iglesia San Pedro el 15 de abril de 1881, donde los curas jesuitas curaron sus heridas de guerra, para iniciar la Resistencia de la Breña hasta la Batalla de Huamachuco (10 de julio de 1883), las "rabonas" o "panakunas"estuvieron en primera fila dando una lucha frontal contra los invasores.
Inmoladas
Entre ellas hay que destacar a Bartola Vásquez, resistente breñera capturada por los invasores en la hacienda Pumatullo, cerca a Concepción, y ejecutada a fines de febrero de 1882.
También, Candelaria Estrada, una de las galgueras (lanzadora de piedras enormes) que destacó en la emboscada de Sierralumi el 02 de Marzo de 1882 al mando del contador, luego ascendido a comandante por esta proeza, Ambrosio Salazar.
Igualmente, Rosa Pérez y Valentina Melgar, inmoladas en la batalla de Chupaca, el 18 de abril de 1882, juntamente con 600 comuneros, en la que la resistencia fue objeto de una matanza por parte de los invasores chilenos.
En esa misma fecha, Joaquina Ávila de Lindo, al frente de la resistencia patriota en las batallas de Sicaya y Chupaca, sucumbió en manos en los invasores.
Días después, el 22 de abril, otra guerrillera, Leonor Ordóñez, fue ejecutada juntamente con otros 40 combatientes en Huancani , por haberse presentado batalla a los invasores en el Combate de Atoshpata.
Los invasores trataron inútilmente que reniegue de su convicción nacionalista y luego la fusilaron. (Mañana Capítulo IV: Guerrillera Leonor Ordóñez se enfrenta a invasores en el Combate de Huancani).
“Guarichas”
La tradición de las "rabonas" para significar a la mujer andina incorporada voluntariamente, junto a sus consortes o familiares combatientes, existió también en el vecino país de Ecuador con el nombre de "guarichas". Los historiadores del vecino país reconocen que las guarichas escribieron las páginas silenciosas de las gesta libertaria.
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