La protesta de Internet enfría la SOPA
Por: Ramón Lobo | 19 de enero de 2012
La gran protesta digital mundial contra dos leyes estadounidenses que pretenden regular la Red ha logrado su primera victoria parcial: que los legisladores de EEUU lo piensen dos veces. BBC informa de que ocho congresistas han retirado su apoyo a la ley, entre ellos dos de sus patrocinadores: los senadores Marco Rubio (Florida) y Roy Blunt (Misuri), que piden más tiempo para reflexionar. La votación en el Senado está prevista el 24 de enero.
Es un choque entre dos mundos: los viejos medios de comunicación, incluido el cine, frente al nuevo de las webs, blogs e Internet. Es el enfoque del diario The New York Times, ilustre cabecera del primero de esos mundos en guerra por la supervivencia. También es la del Christian Science Monitor, repelegado hacia su web: "Viejas herramientas contra un mundo nuevo". The Washington Post afirma que los dos proyectos del ley son herramientas equivocadas.
The Economist busca la equidistancia en el debate: favorece algún tipo de legislación que proteja a los creadores, pero rechaza las leyes propuestas en el Congreso de EEUU conocidas como SOPA (Stop Online Piracy Act) y PIPA (Protect Intellectual Property Act).
TED: el problema de copiar Micky Mouse en una tarta de cumpleaños.
La Motion Picture Association of America, el lobby del cine, calificó la protesta de irresponsable. Mantiene el envite legal y confía en las artes políticas del senador Chris Dodd en la Cámara Alta para sacar adelante las leyes. El cambio es tan brutal que hasta los lobbies tradicionales tienen problemas.
Twitter (#SOPA; #PIPA) fue el mejor canal para que los nuevos medios digitales expandieran su mensaje y mostraran su músculo. Mark Zuckerberg, creador de Facebook, red social que no participó a la protesta, también rechaza las dos leyes.
Peter Macdiarmid (GETTY IMAGES).
Miles de webs en todo el mundo, encabezadas por Wikipedia (esta es lista parcial de los 'huelguistas', según Mashable), decidieron mantener ayer su página en negro en señal de protesta y de advertencia. Aunque no cerraron su persiana virtual, Google y Mozilla apoyan el movimiento contra unas leyes que podrían afectar a sus negocios.
Pregunta que lanza The Huffington Post, que ayer se sumó a la protesta.
¿Qué pasaría si los motores de búsqueda y las principales webs cerrasen durante una semana? YouTube ofrece una idea:
¿Dónde está la frontera entre piratear y compartir cultura en un mundo digital? Las webs defienden la libertad total, el derecho a distribuir cualquier contenido relevante en la Red. Los creadores de esos contenidos, por los que esperan cobrar cantidades que les permitan seguir generándolos, rechazan la ultilización de su trabajo por un tercero que obtiene beneficios sin pagar por ello. Complicado debate.
The New Yorker, otro excelso representante del viejo mundo periodístico, cree que la ley propuesta es una mala idea y ofrece cuatro puntos de vista complementarios: Amy Davidson; Ben Greenman; Alex Koppelman y Rollo Romig. Lo más interesante es que sitúa el debate en su sección de cultura.
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