Dialogo, en la dirección http://www.dialogo-americas.com/, se publica en tres idiomas, inglés, español y portugués, con informaciones de actualidad y reportajes especiales dedicados a América Latina desde la perspectiva del Ejército de los Estados Unidos.
En la portada, una encuesta invita a los lectores de la región a definir “cuál es el mayor problema de tu país actualmente” y estos deben marcar una de las siguientes opciones: “Desempleo, Crimen/Seguridad pública, Problemas económicos, Problemas de salud, Terrorismo/Tráfico de drogas, y Problemas políticos/Corrupción”.
Encuesta en la portada de la web del Comando Sur para América Latina. Extraño diálogo el que propone este sitio, que presupone que todos los países del continente tienen al menos un problema de los que aparecen en la lista y que han servido de pretexto para las intervenciones militares del Ejército norteamericano en la región.
“Diálogo es una revista militar profesional que publica trimestralmente el Comandante del Mando Sur de los Estados Unidos como foro internacional para el personal militar de América Latina”, afirma la nota de presentación del sitio web, y añade que “el Secretario de Defensa ha determinado que la publicación de esta revista es necesaria para llevar a cabo la actividad pública que exige la ley del Departamento de Defensa”.
No es excepcional este tipo de portal en Internet para acompañar las guerras de información y las Operaciones Psicológicas del Ejército de los Estados Unidos. Desde finales de la década del 90 el Departamento de Defensa interviene en ámbitos cuya competencia correspondía anteriormente a los ministerios “civiles” encargados de la propaganda.
De acuerdo con un análisis publicado el 30 de noviembre de 2005 por Los Ángeles Times, el Ejército ha activado en todo el mundo “centros de operaciones de prensa que funcionan durante las 24 horas del día”, situando por primera vez “la Internet y otros medios de información no tradicionales” bajo la competencia de expertos del Pentágono y de las agencias de inteligencia norteamericanas.
En Iraq, el Pentágono subcontrató al Lincoln Group, como redactores de artículos que presentaban en medios iraquíes la ocupación norteamericana desde un punto de vista favorable a EEUU., operación diseñada para enmascarar cualquier relación con el Ejército estadounidense.
Lincoln Group compró estaciones de radio y de periódicos, tradujeron los materiales y se hicieron pasar por periodistas independientes o ejecutivos de publicidad. Mientras esto ocurría, los funcionarios de EEUU., dentro y fuera de Iraq, promovían los “principios democráticos”, la “transparencia política” y la “libertad de prensa”.
Aunque la propia legislación norteamericana formalmente prohíbe que el Ejército lleve a cabo operaciones psicológicas o introduzca propaganda en los medios, militares citados por Los Angeles Timesargumentaron que, con la Internet, los esfuerzos del Pentágono se están ejecutando bajo el supuesto de que la prensa alternativa internacional ejerce influencia negativa en los norteamericanos, y por tanto, forma parte de su ámbito de competencia.
“Ya no hay forma de separar los medios extranjeros de los domésticos. Esas líneas definidas ya no existen”, dijo a Los Angeles Times un contratista privado que se dedica en Iraq a operaciones de información para el Pentágono y que se negó a revelar su nombre.
El USA Today daba cuenta en marzo de 2007 de una de las estrategias favoritas de la ciberguerra, que ya estaba en práctica: ataques piratas contra los sitios en Internet que molestaban a la administración Bush, para lo cual el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea disponía de 40 millones de dólares.
Pero la joya de esta ofensiva se concentraba, desde entonces, en la fabricación de sitios web y de ciberdisidentes a la medida de la retórica libertaria de las tropas norteamericanas para justificar sus acciones bélicas.
Esa misma publicación daría cuenta unos meses después, en mayo de 2008, que el Pentágono “está creando una red mundial de sitios web noticiosos en lengua extranjera, incluido un sitio en árabe para los iraquíes, y contrata periodistas locales para escribir historias de acontecimientos de actualidad y otros contenidos que promuevan los intereses de EE.UU. y mensaje contra insurgentes”.
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