El Congreso declaró la Bahía de Ancón intangible y paró con esto el nefasto proyecto portuario de Santa Sofía Puertos, empresa del Grupo Romero, que amenazaba con la destrucción del balneario histórico y del espacio natural de la bahía.
La decisión del Congreso de declarar la Bahía de Ancón intangible puso el fin a uno de los más de 200 conflictos sociales del país. Durante más de tres años el pueblo de Ancón se opuso a los planes del Grupo Romero de apoderarse del único balneario al norte de la capital y convertirlo en un puerto industrial privado atentando contra la naturaleza y poniendo en peligro a dos áreas protegidas, la Reserva Nacional Sistema de Islas y Puntas Guaneras y la Zona Reservada Lomas de Ancón.
Mediante un Estudio de Impacto Ambiental totalmente distorsionado y antitécnico, la empresa Santa Sofía Puertos del Grupo Romero pretendió esconder que su puerto destruiría la base de vida de 2,000 familias ligadas a la pesca artesanal. El proyecto portuario sólo ofrecía 350 nuevos empleos y hubiera causado la pérdida de ingresos para más de 3,500 personas que viven del turismo nacional. Cada verano Ancón se convierte en el centro de encuentro democrático de las familias más humildes y más pudientes de la capital, que veranean y disfrutan de la belleza paisajística de la bahía y sus aguas tranquilas. “La historia de la defensa de Ancón” concluye Stefan Austermühle, director ejecutivo de Mundo Azul, institución integrante del Frente de la Defensa de la Bahía de Ancón, “ha sido un ejemplo de acción cívica y democrática. Los actores locales de todas las capas sociales, desde los representantes de comedores públicos y asentamientos humanos hasta los dueños de casas de verano y miembros del Yacht Club, se unieron junto con los pescadores artesanales y cerraron filas con la municipalidad distrital y con las ONG para darle frente al grupo económico supuestamente más poderoso del país que pretendió imponerse contra la buena razón y a todo costo”.
La empresa Santa Sofía Puertos del Grupo Romero aplicó todas las estrategias clásicas de las empresas sin responsabilidad social: amenazas, ataques físicos, ofrecimiento de pagos y regalos, difamación pública, colectando firmas en hojas en blanco y aprovechándose de resentimientos sociales existentes para romper la unidad del pueblo, entre otros.
Según Stefan Austermühle, la victoria de Ancón es de muchos: Los pescadores artesanales que lucharon firmemente durante años por sus derechos ancestrales, las organizaciones de base que se juntaron con los pescadores, los veraneantes que mostraron su desacuerdo con el proyecto portuario del Grupo Romero, y de gran medida es una victoria de John Barrera, un alcalde de la primera, luchador de corazón que no se dejó comprar. “Ha sido un gran gusto y un gran honor para Mundo Azul poder ayudar a la sociedad civil unida de Ancón en su Defensa de la Bahía,” declaró Stefan Austermühle.
La empresa Santa Sofía Puertos del Grupo Romero aplicó todas las estrategias clásicas de las empresas sin responsabilidad social: amenazas, ataques físicos, ofrecimiento de pagos y regalos, difamación pública, colectando firmas en hojas en blanco y aprovechándose de resentimientos sociales existentes para romper la unidad del pueblo, entre otros.
Según Stefan Austermühle, la victoria de Ancón es de muchos: Los pescadores artesanales que lucharon firmemente durante años por sus derechos ancestrales, las organizaciones de base que se juntaron con los pescadores, los veraneantes que mostraron su desacuerdo con el proyecto portuario del Grupo Romero, y de gran medida es una victoria de John Barrera, un alcalde de la primera, luchador de corazón que no se dejó comprar. “Ha sido un gran gusto y un gran honor para Mundo Azul poder ayudar a la sociedad civil unida de Ancón en su Defensa de la Bahía,” declaró Stefan Austermühle.
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